Friday, November 16, 2007

BARES

El otro día pasé por delante de un típico bar español y me puse a pensar en ese gran clásico de la cultura española que está en vías de extinción. Sí, ese bar pequeño, mal decorado, con un par de mesas y unas cuantas sillas, cuyo dueño lleva una camisa a cuadros y está sudoroso y cuyos clientes borrachuzos no paran de tomar vinitos mientras dejan pasar las horas.
Recuerdo que cuando era pequeño había un montón de esos bares en Barcelona y cuando nos cansábamos de correr por la calle íbamos y pedíamos un vaso de agua porque teníamos la boca seca, aunque diría que es una cosa que ya no hacen los niños ahora, la verdad.
Ahora, y desde hace unos años, más de 10, veo que los bares que se han ido abriendo son de diseño, bueno, diseño, diseño, tampoco, pero sí se ve, almenos, una intención por decorarlo con gusto para que cuando vayas a tomar algo (la expresión “tomar algo” da para mucho…), pues estés a gusto, de manera que si antes pasaban las horas muertas los borrachuzos que comentaba antes, ahora son grupos de personas que se piden una Coca-cola y se tiran tres horas allí dentro fortaleciendo lazos sociales.
Pues mientras pasaba por delante de ese bar y pensaba en que su futuro era el mismo que el del lince ibérico (aunque la última noticia que tengo es que ha aumentado su número o algo así), me di cuenta de que, quizás, estaba equivocado. Y como la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida, y estamos en la era de la globalización, pues han llegado los chinos parasalvar al típico bar español de la desaparición. Y hay que decir que lo hacen con (poco) gusto y con conocimiento porque uno no diría que es llevado por chinos si no fuese porque su fisonomía les delata: bar cutre, maldecorado, tíos borrachos que intentan ligarse a una mujer con aspecto descuidado, pinchos de tortilla, platos de callos… En definitiva, se dan todas las condiciones para decir que es un clásico y típico bar español y que, por fortuna para la cultura hispánica, éste no desaparecerá, al menos, a corto plazo.