Cada
vez que se inmola un islamista radical aparece alguien diciendo que lo hacen
engañados. La verdad es que no sé si lo hacen engañados o no, o si detrás de
todo eso hay una ideología o no; no tengo ni idea. Lo que sí es cierto es que
uno de los motivos que dicen podría explicar que se inmolasen es que en el
paraíso les estarían esperando siete vírgenes. Es curioso porque en muchos de
esos países, las mujeres no pueden mostrar nada de carne, deben ir tapadas de
la cabeza a los pies y muchas veces, esto de “ir tapadas de la cabeza a los
pies” es literal, no se ve nada de ellas, solamente y de vez en cuando se intuyen los ojos por una
rejilla que les ponen. Y hay que dar gracias por ponerles esa rejilla, sino, se
tropezarían a cada paso. Esos (mini)pantalones que vemos por aquí en verano
serían impensables en la mayoría de esos países, es más, probablemente, una
mujer acabaría con sus huesos en la cárcel o algo peor, no sé. Supongo que
deben ir tapadas para que los hombres no tengan la tentación de pecar y no se desvíen del recto camino marcado por Dios… El caso que es siendo tan estrictos como son con las cosas de la
carne, me extraña que tengan a siete vírgenes esperando en el paraíso. Aunque,
bien pensado, ese podría ser el motivo por el que les esperan siete vírgenes:
durante la vida “real”, los placeres de la carne han estado prohibidos, así
que, ahora toca darse un festín.
Sin embargo, cada vez que oigo eso de las
siete vírgenes me asalta una duda: ¿y las mujeres que se inmolan?, ¿qué pasa con
ellas?, ¿qué les espera en el paraíso? Pocas veces se dice algo sobre ellas y
nunca, nunca he oído a nadie decir que les esperan siete vírgenes también (nota
mental: ¿por qué cuando se dice “virgen” uno piensa en tías y no tíos…?). Así
que, atención, pregunta: ¿les esperan siete vírgenes? O sea, siete tíos
vírgenes. En caso de que no les esperen siete vírgenes, ¿les espera algo
equivalente? Quién sabe, a lo mejor les esperan siete Roccos Siffredi o siete
Nachos Vidal, lo que, bien mirado es mejor que tener a siete aprendices…
Siempre podrán ir directas al grano y dedicar su estancia en el paraíso a
eternas “gang bangs”, “bukkakkes”, cunnilingus o cualquier otra práctica sexual.
Pero como la
existencia del paraíso está por demostrar, yo propongo disfrutar de la
carne en la vida “real”. Al menos, es lo que, seguro, nos llevaremos al más allá.
Tuesday, July 12, 2016
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