Sí, parecía que este blog había pasado a mejor vida, pero no, aquí seguimos, al pie del cañón. Pues bien, como dije en la anterior entrada, teníamos previsto rodar en octubre y ya lo hemos hecho. Ya hemos rodado. Al final fueron tres días, siendo el último el sábado pasado. Ahora nos queda montar y ver qué engendro sale de todo ello. Madre mía, para 5 o 6 minutos que debería durar el cortometraje, hemos necesitado 24 horas para rodar todos los planos. 24 horas quedándonos, a veces, con la primera o segunda toma de un plano, si no, aún estamos liados.
El rodaje me recordó a esa historia de Súperlopez en la que ruedan una película. Ha habido anécdotas que, pasadas, incluso me hacen gracia, pero que en su momento me hicieron temer por el rodaje. Por ejemplo, 10 días antes de empezar el rodaje nos dimos cuenta de que ¡no teníamos guion! Confundimos este guion con el del siguiente corto y al final tuvimos que hacer la escaleta directamente sin guion, pero creo que quedó bien; la misma mañana del primer día de rodaje estábamos sin actor principal, más que nada porque estaba "missing", no sabíamos si vendría, si no vendría... Nervios, nervios. Ya me puedo imaginar lo que debe de ser rodar con una estrella de cine...
Pero bueno, al final todo fue bien y como digo, solamente queda el montaje y ver qué ha salido de todo eso. Yo creo que para Navidad estará listo y ya estoy sacando el traje del armario para las galas de los premios que nos van a dar. Que nadie se lo tome a mal, pero si dentro de unos meses no saludo a alguien por la calle, lo digo ya: la fama se me habrá subido a la cabeza. Eso sí, con razón.
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