Monday, July 27, 2009

CAGANDO

Cagar es un placer. En eso estamos todos de acuerdo. Bueno, es un placer a no ser que uno cague cristales. Cuántas veces hemos oído eso de "lo consultaré con la almohada", sin embargo, yo creo que todo el mundo hace sus más profundas reflexiones sentado en una taza del lavabo. Más que nada porque estoy harto de oir de la gran mayoría de la gente que, en cuanto se meten en la cama, se quedan dormidos. Ese gran placer que es cagar se puede ver truncado de diferentes maneras, no sé, llaman a la puerta de la calle, suena el móvil y está en el comedor... Sin embargo, la peor es ser interrumpido por alguien que abre la puerta. Eso es lo que me pasó a mí, aunque afortunadamente, era yo quien abría la puerta. Uf, menos mal...
Pues eso, fui a abrir la puerta y de repente, oí un grito, una especie de "eeeeee" y una figura sentada. Por suerte, no hubo contacto visual, aunque, en décimas de segundo y después de hacer un repaso de la gente que allí había, ya sabía a quién había interrumpido. Pedí disculpas y cerré la puerta.
Sin embargo, lo más curioso es que, al no vernos las caras, parece que no hubiese pasado nada y es que, después nos cruzamos y, aunque sabíamos qué había pasado, fue como si nada hubiese ocurrido.

2 comments:

  1. Estoy seguro que las grandes decisiones de la humanidad se gestaron en el trono, y no precisamente de los Reyes Católicos...

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  2. ay... ay... no te han dicho nunca que hay que llamar a la puerta antes de entrar???

    DVH

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