Hay dos cosas que están haciendo daño, mucho daño. Por un lado, el “bicing” y, por otro, la fotografía.
El “bicing” es como se conoce en Barcelona el servicio municipal de alquiler de bicicletas. Básicamente, consiste en pagar una cuota anual que te permite hacer trayectos en bicicletas que se pueden encontrar en estaciones que el ayuntamiento ha repartido por toda la ciudad. Como se puede ver, la idea es buena; a pesar de no ser socio, en cuanto supe que lo iban a hacer, me pareció algo muy bueno, además, se juntaban dos cosas en una, el deporte y el “moderneo” típico de esta ciudad. Respecto al deporte, qué decir que no se sepa. Pues eso, que es bueno para la salud y bla bla bla. Además, nos ahorramos un poco de CO2, que tampoco está mal, ¿no? Lo otro, lo del “moderneo”… Bueno, estamos ya acostumbrados y tampoco nos afecta tanto (al menos en mi caso) como el auténtico motivo por el cual se deberían quemar todas las estaciones de bicicletas con todas ellas dentro, claro. El auténtico motivo es que son una molestia para los que van en coche y para los que van andando. Evidentemente, hay excepciones, pero por lo general (si no se generaliza, nunca puede haber debate…), me parecen un estorbo porque no saben llevarlas. El problema es que muchos usuarios del “bicing” son individuos que aprendieron a montar en bicicleta con 8 ó 9 años y a los 14 la abandonaron porque ya eran grandes (fumaban…) y las bicicletas, ya se sabe, son para niños (ah, y pobres). Ahora, que son adultos y es guay pasearse por la ciudad en bicicleta (uno es más europeo y todos sabemos que Barcelona es Europa, no España), hay que montar en bicicleta (y molestar). Me pone de los nervios ir en coche y tener delante a uno de estos ciclistas (sic) que parece que se vaya a caer. Equilibrio, chaval/-a, equilibrio, porque, encima, te caerás, te pasaré por encima y dirás que te he tirado.
Respecto a la fotografía… ¿Por qué, de repente, a todo el mundo le gusta la fotografía? Bueno, debería fotografía digital. Y subrayo lo de digital. Antes, cuando la fotografía no era digital, cuando iba con carretes, no veía a nadie diciendo “siempre me ha gustado la fotografía”. Ahora, sí, ahora todos son expertos. ¡Pero, si no habías pillado una cámara en tu vida, no sabías lo que era un contrapicado! Recuerdo que cuando era pequeño, cada septiembre, mis hermanos y yo siempre nos quejábamos a mi padre por el mismo motivo: todas las fotos eran de paisajes… Ahora, el que no hace veinte fotos al mismo paisaje de veinte maneras diferentes no es nadie. Ah, que son artistas. Es verdad.
Pues lo dicho. Daño, mucho daño.
Monday, August 23, 2010
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Me reencuentro con tu famoso sentido del humor, que no nombraré para no aburrir!! ;)
ReplyDeleteComo dices, lo que escribes puede generar debate.
Vamos a ver, te situas en una acera y ves las cosas de una determinada manera (imagínate haciendo una fotografía a todo lo que tienes delante de tu objetivo, quizás en el intento se te cruce alguien en "bicing") y después, una vez ya reconoces cada detalle de ese lado cruzas, despacio, al otro lado y decides hacer la misma foto...pues, no se puede porque el paisaje es totalmente diferente; es ya otra perspectiva!
Echo de menos la fotografía analógica... cuando gastabas carretes y carretes buscando la mejor foto y eso no lo descubrías hasta que no la revelabas!!!!
Yo quemaba el bicing y la de sitios que nos han robado a los conductores, muerte a Mr Hereu!
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