Sunday, February 28, 2010

"EXTERMINAD A TODOS LOS SALVAJES"

El otro día fui a ver "Avatar", la nueva película de James Cameron. Sin ser mala, creo que tampoco es una de sus mejores películas, me gustaron más las dos que rodó del Terminator o "True lies". El caso es que mientras veía la película, me acordaba del libro que estaba leyendo, "Exterminad a todos los salvajes". Recuerdo que lo compré hace unos cuatro años y no me había decidido a leerlo hasta principios de este mes. Partiendo de "El corazón de las tinieblas", en concreto, de una frase que aparece en el libro, el autor explica la expansión de los países europeos por todo el mundo, centrándose en el imperialismo del siglo XIX.
En "Avatar", una misión militar y empresarial va al planeta Pandora porque hay una sustancia (no recuerdo cuál es) de gran interés para la vida y la economía humanas y allí se encuentran con la negativa de los omaticaya a entregar la tierra en la que han vivido siempre. Como siempre, al final, los humanos tiran de bombas, carros de combate y lo que haga falta para salirse con la suya, sin embargo, no consiguen su propósito.
En la vida real, en el siglo XIX, lo consiguieron a medias, creo yo. Con el rollo de llevar a pueblos primitivos (¿qué es eso?) las bondades civilizadoras de Europa y, basándose en una mala interpretación (¿o mala explicación?) del evolucionismo darwinista, se permitieron todo tipo de tropelías y crímenes. Resumiendo: había que exterminar a ese ser inferior en la lucha que toda especie mantiene por sobrevivir. Así, mientras en la película son los omaticaya, en el siglo XIX eran los bakongo, los maoríes o quien hiciese falta el pueblo a exterminar.
Hay autores que no ven relación entre el imperialismo europeo y el genocidio de la Alemania nazi, sin embargo, se podría decir que no es hasta ese momento que había barra libre para matar, desplazar o humillar a pueblos enteros.

Friday, February 19, 2010

WIREPEDIA

La empresa de un amigo cierra y los empleados no saben a quién escoger para que les defienda: el comité de empresa o un abogado. Me ha preguntado qué escogería yo, es más, me ha preguntado qué dice la Wirepedia. He consultado y cada personaje actuaría de una manera diferente. Veamos:

- McNulty: es un tío con principios, o sea que, primero iría al comité de empresa e intentaría sacar a la empresa hasta el último céntimo que legalmente le tocase. El comité de empresa querría conformarse con menos y empezarían las discusiones. Al final el comité de empresa se encargaría de que la compañía le echase sin cobrar un duro. Una vez en la calle, iría a buscar a Bunk a emborracharse.

- Bunk: iría al comité de empresa y les ayudaría en su lucha contra la empresa. Entre tanto, iría a buscar a McNulty para emborracharse.

- Omar: se dejaría asesorar por el comité de empresa, pero como sabe que muchos compañeros irían al abogado y éste cobra un poco más, una noche cualquiera iría a la oficina, les atracaría y se llevaría todo el dinero.

- Stringer Bell: iría al mejor abogado de la ciudad y si eso no funcionase tiraría de sus contactos en las altas esferas.

- Avon Barksdale: tendría un montón de dinero sacado de no sé sabe dónde y no aparecería como trabajador de la empresa, con lo cual, no haría nada. Un caso extraño.

- Marlo: querría ir por libre y no se dejaría asesorar por nadie.

- Chris y Snoop: cogerían a los del comité de empresa, los matarían a todos uno a uno y dejarían los cadáveres en una casa abandonada.

- D'Angelo: simplemente, pringaría...

- Prez: iría al comité de empresa, se pondría nervioso y mataría a alguien. Iría después al abogado, se volvería a poner nervioso y volvería a matar a alguien.

- Clay Davis: iría al comité de empresa y sacaría más dinero que nadie. Iría después al abogado y sacaría más dinero que nadie otra vez.

- Proposition Joe: intentaría que el comité de empresa y el abogado se juntasen para sacar más dinero al menor coste posible. Siempre enredándolo todo.

En fin, diferentes soluciones para un mismo problema.

Saturday, February 13, 2010

CARNAVAL, CARNAVAL

La verdad es que nunca me ha gustado carnaval, ni de pequeño ni de mayor, aunque debo decir que no tengo un mal recuerdo de esas rúas que hacíamos por el barrio todos los alumnos del colegio. Ya de mayor, directamente, dejé de disfrazarme, excepto una vez, en 1998, que me disfracé junto con un grupo de amigos de "spice girl". Fue todo un éxito, conseguimos el segundo premio en un concurso, sólo por detrás de un tío que iba disfrazado de William Wallace en la película "Braveheart". Creo que fue un premio justo, era inmejorable.
El otro día recibimos todos los empleados de mi empresa un mensaje de correo electrónico diciendo que el día 12 nos podíamos disfrazar para celebrar carnaval. No hace falta que diga que ni se me pasó por la cabeza hacerlo, de hecho, lo olvidé al minuto siguiente. El caso es que hubo gente que sí se disfrazó y cuál fue mi sorpresa al ver a una chica con unos cuernos de demonio. Yo tengo un gran sentido del ridículo y nunca se me hubiese ocurrido ponérmelos, sin embargo me hizo gracia verla con ellos puestos, eso sí, si su superior la hubiese abroncado la situación habría sido surrealista, pero todavía más humillante.