Hoy he ido a IKEA y... bueno, creo que por primera vez he vivido la experiencia IKEA en todo su esplendor. Estando allí, me han venido muchos pensamientos a la cabeza (afortunadamente, a la cabeza, no a los pies...) que explico a continuación:
1. Es curioso como cambian las cosas; antes las familias salían a la calle para dar una vuelta y, por qué no, comprar, pero, no sé, tengo la impresión de que era algo tan simple como salir a tomar el aire. Con esto no quiero decir que cualquier tiempo pasado fuese mejor, ¿eh?, sin embargo, ahora parece que la gente (sí, ya sé que eso de "la gente" es bastante ambiguo, pero es lo que hay cuando el vocabulario de uno es muy limitado) vaya a los centros comerciales o a tiendas del estilo de IKEA a dar una vuelta. ¿Qué pasa? Pues nada, familias enteras en IKEA: los abuelos, los padres y los niños en los carritos. Y se da una cosa curiosa. Me explico. La generación de mis padres no sabía nada sobre el ozono, fumaba donde fuese, no se ponía el cinturón de seguridad en el coche y mil cosas más que hoy nos parecen impensables, sin embargo, la gente de mi generación tiene conciencia del medio ambiente, ama el deporte, está a favor de los pueblos oprimidos... Sin embargo, y sin darnos cuenta, este rollo consumista lo tenemos metido en la sangre y lo aceptamos con una naturalidad que asusta. Es más, no es que no asuste, es que no parecemos ser conscientes de que forma parte de nuestro ADN.
Pues eso, lo dicho, familias enteras paseando por IKEA como quien pasea por el más maravilloso paseo marítimo del mundo.
2. De los nervios, así se podría calificar mi estado mental esta mañana en IKEA, de los nervios. Hay que reconocer que eso de hacer un solo pasillo que todos seguimos en plan ovejillas es una gran idea, sin embargo, puede acabar con tu paciencia. Si te paras, te arrollan y si alguien quiere volver atrás para coger algo que se ha dejado, lo único que hace es entorpecer la marcha de los que van de frente. En fin, una mierda. El caso es que esos lápices que hay para tomar notas y medidas parece que tengan dos usos: uno es escribir, evidentemente, y el otro, gracias a su afilada punta, es apuñalar a los que se paran o a los que van pasillo atrás. Como ha dicho mi amigo Vicente GTI: ese lápiz en manos de Jason Bourne sirve para dominar el mundo.
Saturday, February 19, 2011
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¿Cómo se te ocurre ir a Ikea un sábado!?
ReplyDeleteYo hice algo similar... el sábado me lo pasé de la cama al sofá y del sofá a la cama, con alguna parada en la nevera. Eso sí es un día Ikea ;)