No es el nombre de ninguna tienda de electrodomésticos, aunque casi que podría serlo; es más, desde este humilde blog invito a cualquier emprendedor a que use esta gran palabra. Es, simplemente, mi particular lista de electrodomésticos... El caso es que, el otro día, comentaba con un amigo el gran uso que se les da y la comodidad de tenerlos en funcionamiento mientras uno descansa después de una dura jornada laboral (o no).
En el puesto número 10, la cocina. Uf, con la cocina me he comido mucho la cabeza porque no sabía si incluirla, ¿es un electrodoméstico?, ¿sí?, ¿no? Al final me he decidido a meterla porque hay gente que tiene una cocina eléctrica, no de gas. Hablando de gas, es el gas lo que hace que esté en el último puesto de la lista; siempre se puede recurrir a la cocina de gas de (casi) toda la vida. En el noveno puesto está la plancha, ese electrodoméstico que está cada vez más en desuso, si no, mirad a vuestros compañeros de trabajo. Yo el primero, ¿eh? En el octavo puesto encontramos la secadora. Está claro que sin secadora se puede vivir, se estira la ropa en la terraza y se seca y en caso de no tener terraza, pues nada, dentro de casa. Así también se seca. Un puesto más arriba, la aspiradora. Es útil y cómodo, pero también muy engorroso con el cable por aquí, el mango por allá. Uf, está bien, pero si no fuese por otro aparato igual, pero de última generación, probablemente estaría más arriba.
Para el sexto puesto me he decidido por el microondas. Sí, ese electrodoméstico que permite que gente como yo pueda comer en el trabajo sin gastarse un duro en restaurantes y pueda tirar en casa de fiambreras de papá y mamá. Eso sí, yo hablaría con los ingenieros especialistas en el microondas y les pediría que intenten que el calor sea más uniforme... En el puesto 5 he escogido al robot aspirador. Sí, ese que parece sacado de cualquier película futurista y que se dedica a aspirar tu casa mientras estás trabajando. Quizás no llegue a todos los rincones, pero hace que nuestras vidas sean más cómodas. En el puesto número 4 el robot de cocina. Yo no tengo, pero debe de ser alucinante meter la comida y que al cabo de un rato te salga un buen plato de lentejas o una buena masa de pizza. Una vez más, el electrodoméstico nos hace la vida más fácil. Qué bonito.
Llegamos a los tres primeros puestos... En el tercer puesto, el frigorífico. Parece que no, pero no sería nada cómodo tener que ir a cada día a comprar comida o no poder dejar para el día siguiente la fiambrera que has traído de casa de tus suegros. Encima, con ese invento de la zona cero, el frigorífico es todavía mejor: la comida aguanta más días. Maravilloso. En el puesto número 2, el lavavajillas. Recuerdo que al poco de independizarme, mi amigo Vicente GTI me dijo que me comprase uno y le dije que no hacía falta, sólo éramos dos en casa y tampoco me parecía necesario tal gasto. Qué equivocado estaba, eso de ir metiendo platos y más platos y apretar el botón de encendido cuando esté lleno no tiene precio. Dos horas y veinte minutos después (ese el programa ecológico del mío), lo abres y ese calorcito que sale debe de ser el mismo que sentimos en el vientre materno.
Y, finalmente, en el primer puesto mirando desde muy, muy arriba al resto de electrodomésticos, encontramos a la gran lavadora. Sí, ese electrodoméstico del que nunca nadie se acuerda, excepto cuando pierde agua o hay que tender la ropa. Me decía un amigo que el mejor era el lavavajillas y le dije que estaba muy equivocado. El problema era que, probablemente, él daba por hecho que la lavadora siempre había estado allí y nunca había tenido lavavajillas. Simplemente, imaginarse a sí mismo lavándose los calzoncillos cada día le hizo ver que la lavadora, sí, la lavadora es el mejor electrodoméstico que, de momento, se haya inventado.
Saturday, March 10, 2012
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