Recuerdo
que una vez estaba en clase, en la universidad, y veíamos un
documental sobre un pueblo que vivía en la selva del Amazonas en
Bolivia o Perú. No recuerdo ahora mismo el país. El caso es que se
veía su forma de vida y su día a día. Entre todas esas cosas, se
veía como era “su” educación. Era totalmente diferente a lo que
aquí se entiende por educación. Aunque, bien pensado, no era tan
diferente si entendemos la educación como herramienta para vivir en
sociedad y saber moverse dentro de ella. Esa educación consistía en
saber distinguir lo que era comestible de lo que no lo era, saber
dónde se podía encontrar alimento, etc. Es decir, como aquí: no
cruzar la calle con el semáforo en rojo o no colarse en el metro. La
educación que se imparte en “nuestros” colegios no les
interesaba, cosas como matemáticas o lengua no les interesaban
porque, primero, en su medio no servían para nada y, segundo, y
probablemente más importante, esa educación no era garantía de
nada; más bien al contrario, haría que viviesen en la pobreza en
zonas urbanas. Y quién quiere vivir en la pobreza siendo físico
nuclear cuando puede vivir bien sin saber leer…
Siempre
se dice que una de las maneras de salir de la pobreza es a través de
la educación, a través de “nuestra” educación, es decir, con
matemáticas y todo eso. Bien, yo creo que es un error y, es más, a
los hechos me remito. Hace un par de años, un grupo de
universitarios americanos denunció a su universidad porque esta
prometía trabajo seguro a todos sus estudiantes. Tiempo después de
esperar y no encontrar un trabajo que se adecuase a sus pretensiones,
denunciaron a la universidad. No sé cómo acabó la denuncia, pero
ahí quedó. Se puede decir que es un ejemplo “micro” y que no se puede extrapolar a una sociedad. Pues nada, pongamos un ejemplo
“macro”: Ejpaña (mi querida Ejpaña, esa Ejpaña mía, esa Ejpaña nuestra). Se dice
que, actualmente, Ejpaña dispone de la generación mejor preparada;
das una patada a una piedra y te salen ingenieros, enfermeros y
psicólogos a mansalva, aparte de una buena ración de maestros.
Desafortunadamente, no hay trabajo para todos, así que, si no se van
fuera de aquí, lo único que podrán conseguir en Ejpaña es un
trabajo por debajo de sus estudios. Estos dos casos son ejemplos de
que los estudios, como decía ese pueblo del Amazonas, no son
garantía de nada. Además, ¿estamos seguros de que todos podemos
ser médicos o ingenieros? No, igual que no todo el mundo puede ser Messi o CR7. Recuerda, cuando digan que la educación es la solución mágica, duda. Duda porque de tanto repetirse, esa frase se acepta como si fuese una verdad absoluta cuando, en realidad, no lo es.
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