Thursday, August 11, 2016
CEREMONIAS
El otro día iba a ver la Supercopa de Europa entre el Madrid y el
Sevilla y vi 20 segundos de la típica ceremonia que hay antes del partido. Es
una ceremonia ridícula, al menos, desde mi punto de vista; gente corriendo por
todo el campo ondeando banderitas y haciendo figuras con sus cuerpos... Igual
que la ceremonia para la final de la Copa de Europa o el rollo ese de ondear
una bandera con el logo de la UEFA en todos los partidos de esta competición.
Otra ceremonia que me parece ridícula es esa de los dos equipos saliendo a la
vez y dándose la mano. ¿Realmente es necesario? Dónde queda la salida de los
jugadores del Barça al campo… A mí me encantaba: primero salía el equipo rival,
que si era el Madrid el campo era la bomba; gritos, insultos… Después, cuando
la gente ya había descargado parte de su rabia y odio, empezaba a sonar el
himno del Barça y aparecían los jugadores del Barça a la carrera desde el túnel
de vestuarios. Todo eran aplausos y gritos de apoyo. ¡Molaba! Ahora, como digo,
eso ya ha quedado atrás y ha sido sustituido por un encaje de manos entre los jugadores
de cada equipo y entre jugadores y árbitros. Una mierda. Una ridiculez. Encima,
en esta última Eurocopa han tenido la “fantástica” idea de hacer un cambio en
el saque inicial. Bueno, de hecho, han sido dos cambios. Uno es puramente
futbolístico y el otro, puramente extrafutbolístico y, añadiría, cutre. El
cambio futbolístico consiste en que, a diferencia de antes, que el saque
inicial se hacía entre dos jugadores pasando la pelota adelante, hacia el campo
contrario, ahora, saca un solo jugador y ¡hacia atrás! Puede parecer un cambio
menor y, de hecho, lo es, pero, para mí, ese saque entre dos tíos y adelante le
daba al fútbol un cierto pedigrí. Pedigrí porque cuando uno juega en una liga
de barrio o en la liga del colegio, no se saca con dos tíos alrededor de la
pelota y hacia delante sino que hay un tío solo esperando que el árbitro pite
para pasarla hacia atrás. Sacar con dos tíos le daba un toque de seriedad, si
se sacaba con un solo tío y hacia atrás aquello era una simple pachanga, aunque
uno creyese estar jugando la final de la Copa del Mundo. Quién no ha sacado de
centro y ha comentado con el compañero esos clásicos “venga, vamos” o “a ganar”.
Ahora no, ahora, un tío solo en el pedazo de círculo central pensando a quién
pasarle la pelota… El otro cambio que vi en la Eurocopa y que me pareció
ridículo era el que se producía diez segundos antes del pitido inicial. Es,
como decía antes, el cambio extrafutbolístico y, añadiría, cutre. Por suerte,
yo creo que no vamos a volver a verlo ni en liga ni en copa y diría que,
tampoco, en la Copa de Europa. Pongámonos en situación: el tío del que hablaba
antes está solo en el círculo central esperando que el árbitro pite para sacar
hacia atrás. Cuando falta diez segundos para que pite, de repente, en el
marcador empieza la cuenta atrás mientras todo el público grita a la vez “¡10,
9, 8, 7…!”. Ostras, si yo fuese futbolista profesional me sentiría ridículo:
estoy solo en el centro con todo el público del campo mirando hacia el marcador
mientras hace la cuenta atrás y millones de personas viendo a través de la
televisión como paso la pelota hacia atrás... Y es que, quieren hacer espectáculo, pero
lo que consiguen es algo ridículo y como dijo aquel, en esta vida se puede
hacer de todo, menos el ridículo.
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