Dicen
que el peor mal que hay en España es la envidia. No sé si es así, pero algo de
eso sí parece que hay. El otro día eliminaron al Manchester City de la Copa de
Europa y, como de costumbre cada vez que pierde, empezaron las críticas contra
Guardiola. ¿Cués son esas críticas? Pues más o menos, estas: la primera es que
es independentista catalán, es decir, quiere que Cataluña se independice de
España. No le veo mayor problema a ser independentista, me resulta difícil
entender que la gente le critique por eso. Puedo entender que haya gente que
quiera que Cataluña no sea independiente, pero de ahí a desearle casi la muerte
a alguien por ser independentista hay un trecho. La segunda es que “mea colonia”
(lo pongo entre comillas porque es lo que dicen sus detractores). No sé
exactamente qué quiere decir la gente con que mea colonia, pero creo que es
algo así como que es muy políticamente correcto, pero en el fondo es mala
persona y si puede, te apuñala por la espalda. Como ejemplo, la gente siempre
comenta lo que sucedió con la enfermedad de Tito Vilanova, a quien parece que
no fue a visitar durante su enfermedad. Como este es un tema personal y muy
delicado, pasaré de él. Así que, me centraré en las críticas estrictamente
futbolísticas. Se dice de él que no inventó el fútbol. Claro que no inventó el
fútbol, por suerte cuando él llegó al primer equipo del Barça el fútbol tenía
unos 150 años de historia en los que había habido mucha prueba y error y,
simplemente, lo que hizo fue coger lo que más le había gustado hasta ese
momento e intentar ponerlo en práctica con el resultado que todos conocemos. Unos
resultados que dieron un porcentaje de títulos alto, altísimo. Probablemente,
el más alto de la historia o, al menos, del fútbol de los últimos 30 años. También
se le ha criticado por jugar de esa manera, lo que llaman el juego de posición.
Y yo pregunto, ¿pero no puede jugar cada entrenador como le dé la gana? No voy
a entrar en si fue primero Luis Aragonés o el Barça (daría para otra entrada…),
pero con esa manera de jugar y con la base de ese Barça la selección española
encadenó tres títulos internacionales seguidos. Diría que ni en América ni en
Europa se había conseguido antes. Y dejo para el final la que más me gusta: “con
Iniesta, Xavi y Messi yo también gano”. Esta me encanta. Se le echa en cara
haber tenido a tres superdotados de la pelota. Cuando uno es entrenador, uno
intenta tener siempre mejores jugadores, diría que no es culpa suya haberse
encontrado de buenas a primeras con esos tres en el equipo. Además, según esta
crítica, el Barça de Maradona y Schuster debería haberlo ganado todo y creo que
solamente consiguió una Copa del Rey y una Copa de la Liga. Comparándolo con
otro gran equipo, es como si alguien dijese que Arrigo Sacchi no tuvo mérito
porque tenía en su equipo a Rijkaard, Gullit y Van Basten. Yo, la verdad, nunca
he visto que nadie criticase a Sacchi por tener a esos tres jugadores en su
equipo. ¡Pero sí la clave es tener buenos jugadores para ganar los partidos! Lo
que tiene que conseguir un entrenador, creo yo, es que todos los jugadores en
equipo sumen más que la suma de individualidades y en este caso, Guardiola lo
consiguió. Dudo volver a ver un equipo igual en mi vida. Con lo cual, lo único
que me queda es pensar que algo de envidia hay. Hacia Guardiola, hacia el Barça…
No sé, pero algo hay. Envidia de baja intensidad, de esa que se confunde con el
“pues a mí no me gusta”, pero a la que escarbas un poco, te das cuenta de que
hay algo más.
Thursday, March 30, 2017
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment