Voy a hacer lo que hacen todos los medios de comunicación cuando llega fin de año: un resumen de todo lo que (me) ha pasado. A falta de unos días para que se acabe, puedo decir que ha sido un año bueno, no tengo queja, me van bien las cosas. De hecho, desde hace unos años, todo me va bien, recuerdo cuando bromeaba con mi amigo Vicente GTI sobre la alineación de los chakras. Bueno, mejor dicho, desalineación… Pues sí, parece que un día decidieron alinearse y, desde entonces, todo ha ido bien, con sus altibajos, evidentemente, pero bien.
El caso es que este año lo empecé jugándome el físico con unos amigos durante una caminata en Núria que tuvimos que abortar debido al fuerte viento que soplaba y ese mismo día, habíamos quedado con más gente para cenar. Eso fue en enero y pasado casi un año, debo decir que esa cena ha marcado el resto del año por dos motivos: el primer motivo es que, después de mucho tiempo sin apenas vernos, hemos vuelto a mantener el contacto con bastante asiduidad; me imagino que hemos arreglado diferencias o, simplemente, esas diferencias han ido quedándose por el camino. El segundo es que, de esa cena, surgió el pádel. Yo había comentado que podíamos ir a jugar a pádel y, algo que comenzó para pasar el rato, se ha ido asentando con el paso de los meses y, ahora mismo, ninguno se ve sin jugar cada semana. Así que, el año que viene, jugaremos nuestra segunda temporada en la que espero mejorar ese tercer puesto de este año si las lesiones me respetan y la pala aguanta todos los golpes que le pego contra la pared...
Durante este año, he podido presenciar el que dicen que ha sido el mejor Barça de la historia y, es que, seis títulos en un año nunca lo ha hecho nadie. La verdad es que ha sido alucinante, han hecho un juego espectacular y si tuviese que quedarme con un partido, escogería el 2-6 en casa del Madrid. Como he dicho tantas veces: creo que nunca volveré a ver un equipo jugar tan bien a fútbol como al Barça de ese día. Eso sí, espero equivocarme. En lo deportivo, evidentemente, tampoco me olvido de Usain Bolt, que ha vuelto a poner el atletismo donde se merece, en la primera página de los periódicos deportivos.
En agosto, debido a un contratiempo de última hora, me tuve que quedar sin las vacaciones que había planeado por Ejpaña. Una pena, estaba dispuesto a arrasar con mi raqueta en todas las pistas de pádel que encontrase en mi camino...
Otra cosa que ha marcado mi año ha sido la serie "The Wire". ¿Qué puedo decir? Pues nada, que me encanta. No sigo ninguna serie de televisión, sin embargo, ésta quise verla desde que leí un comentario en internet diciendo que tenía buenos diálogos, un buen guión y que, siendo lo que era, es decir, ficción, era bastante realista. Pues bien, durante este año, he visto tres de las cinco temporadas y sólo puedo decir lo que ya he comentado antes, que me encanta. Todos los personajes son interesantes, los diálogos son serios, el guión se ve trabajado... Otra cosa que me gusta mucho es que no hay, o al menos, eso me parece, grandes alardes técnicos. Quiero decir que, a parte de no haber efectos especiales, parece estar rodada con lo más parecido a una cámara doméstica. Encima, los actores parecen personales normales, no parecen sacados de revistas de moda.
En lo musical, mi año viene marcado por Fela Kuti. Todo un personaje. ¿Qué se puede esperar de un tío que funda una república en la parcela de su casa? Como muchos otros artistas, siempre estuvo en contra del sistema, lo que provocó que se llevase algún que otro disgusto. Por suerte, nos dejó su afrobeat. Dejo aquí una mis canciones preferidas, "Sorrow, tears and blood" como final de esta entrada. Espero que guste.
El caso es que este año lo empecé jugándome el físico con unos amigos durante una caminata en Núria que tuvimos que abortar debido al fuerte viento que soplaba y ese mismo día, habíamos quedado con más gente para cenar. Eso fue en enero y pasado casi un año, debo decir que esa cena ha marcado el resto del año por dos motivos: el primer motivo es que, después de mucho tiempo sin apenas vernos, hemos vuelto a mantener el contacto con bastante asiduidad; me imagino que hemos arreglado diferencias o, simplemente, esas diferencias han ido quedándose por el camino. El segundo es que, de esa cena, surgió el pádel. Yo había comentado que podíamos ir a jugar a pádel y, algo que comenzó para pasar el rato, se ha ido asentando con el paso de los meses y, ahora mismo, ninguno se ve sin jugar cada semana. Así que, el año que viene, jugaremos nuestra segunda temporada en la que espero mejorar ese tercer puesto de este año si las lesiones me respetan y la pala aguanta todos los golpes que le pego contra la pared...
Durante este año, he podido presenciar el que dicen que ha sido el mejor Barça de la historia y, es que, seis títulos en un año nunca lo ha hecho nadie. La verdad es que ha sido alucinante, han hecho un juego espectacular y si tuviese que quedarme con un partido, escogería el 2-6 en casa del Madrid. Como he dicho tantas veces: creo que nunca volveré a ver un equipo jugar tan bien a fútbol como al Barça de ese día. Eso sí, espero equivocarme. En lo deportivo, evidentemente, tampoco me olvido de Usain Bolt, que ha vuelto a poner el atletismo donde se merece, en la primera página de los periódicos deportivos.
En agosto, debido a un contratiempo de última hora, me tuve que quedar sin las vacaciones que había planeado por Ejpaña. Una pena, estaba dispuesto a arrasar con mi raqueta en todas las pistas de pádel que encontrase en mi camino...
Otra cosa que ha marcado mi año ha sido la serie "The Wire". ¿Qué puedo decir? Pues nada, que me encanta. No sigo ninguna serie de televisión, sin embargo, ésta quise verla desde que leí un comentario en internet diciendo que tenía buenos diálogos, un buen guión y que, siendo lo que era, es decir, ficción, era bastante realista. Pues bien, durante este año, he visto tres de las cinco temporadas y sólo puedo decir lo que ya he comentado antes, que me encanta. Todos los personajes son interesantes, los diálogos son serios, el guión se ve trabajado... Otra cosa que me gusta mucho es que no hay, o al menos, eso me parece, grandes alardes técnicos. Quiero decir que, a parte de no haber efectos especiales, parece estar rodada con lo más parecido a una cámara doméstica. Encima, los actores parecen personales normales, no parecen sacados de revistas de moda.
En lo musical, mi año viene marcado por Fela Kuti. Todo un personaje. ¿Qué se puede esperar de un tío que funda una república en la parcela de su casa? Como muchos otros artistas, siempre estuvo en contra del sistema, lo que provocó que se llevase algún que otro disgusto. Por suerte, nos dejó su afrobeat. Dejo aquí una mis canciones preferidas, "Sorrow, tears and blood" como final de esta entrada. Espero que guste.
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