Hará unos tres años que dejé de jugar a fútbol y desde entonces habré echado cuatro o cinco pachanguillas, con lo cual, supongo que mi cuerpo ya no está acostumbrado a jugar. El caso es que, anoche, recibí un mensaje en el que me pedían jugar hoy un partido porque faltaba un jugador. Acepté. El equipo era uno de nuestros máximos rivales cuando jugábamos, pero el destino ha hecho que nos reencontremos y aquí estoy, echando una mano.
Mónica, mi pareja, me miró y, muy seriamente, me dijo "sabes que hay que correr, ¿no?". Al principio no sabía muy bien qué quería decir, pero después lo entendí. Le dije que lo de correr, siendo importante, era lo de menos. Yo ya he pasado por eso de tener que jugar y tener uno menos en el equipo; en esos momentos, sólo deseas tener a ese jugador que falta, da igual que sea bueno o malo, que corra o no. Así que, creo que, a pesar de estar en muy baja forma, puedo ayudar, simplemente por el hecho de que sé en que consiste el juego.
Realmente, la única preocupación que tengo ahora mismo es si veré algo o no. No veo nada, necesito las gafas, pero siempre he jugado sin ellas, el problema es que, desde que dejé de jugar, he salido en bicicleta con ellas, he jugado a pádel con ellas... Todo lo he hecho con ellas y, la verdad, no sé cómo me lo voy a montar para ver a mis compañeros esta tarde. Madre mía, quién tuviese unas gafas como las de James Worthy...
Saturday, January 30, 2010
Wednesday, January 20, 2010
"EL EDUARD NO HA HECHO NADA", MARINO DIXIT
Si algo puede salir mal, no saldrá mal, saldrá peor. Hoy ha sido uno de esos días que tenía toda la pinta de ser maravilloso. Bueno, maravilloso a partir de las 17h. Y es que tenía partida de peidol a las 19h. y se suponía que íbamos a ganar, o como mínimo, íbamos a dar una buena imagen, pero no, ha sido lamentable, hemos perdido cuatro sets a uno. De camino a la pista, que está a veinte minutos de casa, ha empezado a llover y hemos temido no poder jugar, aunque, probablemente, eso hubiese sido lo mejor que podía pasar. El primer set lo hemos empezado con un dos a cero a nuestro favor. Mi pareja, la Pulga de Canyelles, los ha ganado solo y en esas he aparecido yo fallando tres o cuatro bolas fáciles, de poner sólo la pala para que la pelotita entre. Nos han empatado a 2 y partir de allí, he ido cuesta abajo. La Pulga nos ha mantenido a flote, pero yo no he metido ni una sola bola. Repito, lamentable. Vamos, tan mal he jugado que, al final del partido, desde nuestro vestuario hemos oído como uno de nuestros rivales decía que yo no había hecho nada. Y lo peor es que tenía razón... Nos hemos ido a duchar y no había agua caliente, así que, hemos pasado de todo y hemos salido con toda la peste, eso sí, en el otro vestuario parece que sí había porque ellos olían muy bien. Madre mía, tengo la cara acartonada.
Para volver a casa nos hemos perdido y dado una gran vuelta alrededor de Collserola. Total, 50 minutos de nada, eso sí, no nos ha dado la gana de pagar el peaje de los túneles de Vallvidrera, de manera, que hemos cruzado toda la montaña por una carretera de curvas que tiene una vista estupenda de Barcelona. Es maravilloso, ya puedo decir que sé cómo llegar a Vallvidrera.
A las 22:30h. he llegado a casa, aunque he estado a punto de tener que pasar primero por el hospital para recuperarme de un atropello. Un atropello de mi compañero, la Pulga.
Para volver a casa nos hemos perdido y dado una gran vuelta alrededor de Collserola. Total, 50 minutos de nada, eso sí, no nos ha dado la gana de pagar el peaje de los túneles de Vallvidrera, de manera, que hemos cruzado toda la montaña por una carretera de curvas que tiene una vista estupenda de Barcelona. Es maravilloso, ya puedo decir que sé cómo llegar a Vallvidrera.
A las 22:30h. he llegado a casa, aunque he estado a punto de tener que pasar primero por el hospital para recuperarme de un atropello. Un atropello de mi compañero, la Pulga.
Thursday, January 07, 2010
ÀPATS NADALENCS
Se han acabado las fiestas de Navidad, que se caracterizan por muchas comidas copiosas. Antes de continuar, debo decir que no tengo ni idea de qué significa "copioso", pero sé que cuando llueve mucho o se come mucho, dicen "lluvias copiosas" y "comidas copiosas", de manera que me imagino que he usado la palabra correctamente. Como decía, hay muchas comidas (copiosas) y seguidas. El caso es que, el otro día, mientras comía (copiosamente), me vino a la cabeza una de esas ocasiones en que estás comiendo en casa de otra persona con la que no tienes confianza y, de repente, tu estómago empieza a hacer ruido y te dicen "tienes hambre, ¿eh?". La respuesta bien podría ser ésta: uno se encoge de hombros, sonríe de la manera más falsa que puede y dice que sí. Sin embargo, todos sabemos que no es hambre, sino, un cagarro de dimensiones gigantescas que lleva macerándose desde hace horas y que, por desgracia, tiene intención de salir en ese momento.
Wednesday, January 06, 2010
LUZ
Se funde la bombilla y decido poner una de ésas de bajo consumo. Bueno, no decido, es la única que puedo conseguir; me la da mi padre. Gracias.
Enciendo la luz y no veo nada. Ah, que según pasa el tiempo ganan en intensidad... No me gusta esa luz, esa luz ¿blanca?, parece que esté en "2001: una odisea del espacio". Quizá estoy acostumbrado a la luz ¿amarilla? Muchos años de luz ¿amarilla? En concreto, 33 años.
Me acuesto por la noche. Creo que debe de ser lo más parecido a la luz al final del túnel cuando estás a punto de palmarla. Me imagino que tengo mucho sueño...
Me levanto por la mañana. Me confirman que no estoy en "2001: una odisea del espacio"...
Pienso todo el día en cambiar la bombilla, no me gusta nada.
Después de 300 años destrozando el planeta, ahora quieren recuperar el tiempo perdido a base de bombillas de bajo consumo. Entiendo que sean de bajo consumo: no iluminan.
Mientras busco en casa una botella de cristal que desapareció hace un año, doy con una bombilla de luz ¿amarilla?
Suena el teléfono, hablo con la luz apagada y, sin embargo, parece que la bombilla hace intermitencias. Alucino.
Quito la bombilla de bajo consumo y pongo una de las de toda la vida.
Enciendo la luz y no veo nada. Ah, que según pasa el tiempo ganan en intensidad... No me gusta esa luz, esa luz ¿blanca?, parece que esté en "2001: una odisea del espacio". Quizá estoy acostumbrado a la luz ¿amarilla? Muchos años de luz ¿amarilla? En concreto, 33 años.
Me acuesto por la noche. Creo que debe de ser lo más parecido a la luz al final del túnel cuando estás a punto de palmarla. Me imagino que tengo mucho sueño...
Me levanto por la mañana. Me confirman que no estoy en "2001: una odisea del espacio"...
Pienso todo el día en cambiar la bombilla, no me gusta nada.
Después de 300 años destrozando el planeta, ahora quieren recuperar el tiempo perdido a base de bombillas de bajo consumo. Entiendo que sean de bajo consumo: no iluminan.
Mientras busco en casa una botella de cristal que desapareció hace un año, doy con una bombilla de luz ¿amarilla?
Suena el teléfono, hablo con la luz apagada y, sin embargo, parece que la bombilla hace intermitencias. Alucino.
Quito la bombilla de bajo consumo y pongo una de las de toda la vida.
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