El otro día recibí una carta de Diego Ribera:
"Hay veces en que es mejor estar callado, ayer se me ocurrió juntar en la misma frase las palabras "árabe" y "salvaje" y salí masacrado por un compañero de trabajo. Intentaré repetir, al menos en esencia, el mensaje:
“Estos son esto, esos son aquello. A veces me gustaría saber qué imagen tienen de los europeos en el resto del mundo y creo que las dos palabras que usarían sería hipócritas y falsos. Recuerdo que hace casi veinte años, el Gadafi este era visto como el demonio y unos años después se fotografiaba junto a presidentes de gobierno europeos: con unos porque era un importante proveedor de gas natural y con otros porque su gobierno evitaba la entrada de inmigrantes en Europa. Ahora, y después de las revoluciones en los países árabes, vuelve a ser el loco excéntrico de hace dos décadas. No le voy a defender porque la verdad es que está loco, pero la manera de tratar en Europa a estos personajes es un tanto hipócrita y falsa. De hecho, creo que a los gobiernos europeos les da igual si mata a su población o no, lo que realmente les interesa es que el gas natural llegue y los inmigrantes se queden lejos de Europa. A veces los gobiernos parecen un reflejo de su población.”
No sé si tiene razón, pero como estoy harto de oír que la culpa de todo lo que pasa en el mundo es de Europa, voy a pedir que Europa deje de ser el policía del mundo (con permiso de Estados Unidos) y que cada país resuelva sus problemas como buenamente pueda.”
Yo tampoco sé quién tiene razón, pero lo de los países árabes me recuerda a una frase de "V de Vendetta".
Sunday, March 27, 2011
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