Recuerdo la primera vez que fui a una discoteca en Barcelona, fue en la ¿mítica? Apocalypse; Apoca, para los iniciados en el mundillo. No tenía todavía la edad mínima para entrar y no quería quedarme en la calle; una gran fiesta me esperaba ahí dentro (sic) y, por suerte, los de seguridad no prestaron mucha atención a mi carnet de identidad y entré. Uf, qué sensación, quién no ha tenido los nervios de la cola discotequera y temer quedarse en la calle... Como en las tandas de penaltis: si perdemos, que no falle yo el mío; pues aquí lo mismo, si no entramos, que no sea por mí.
Todo este rollo viene porque el otro día volví a sentirlo, no directamente en mis carnes, eso sí, confiaba al cien por cien (bueno, al noventa por cien...), si no por la gente que me acompañaba en la cola para el vuelo de ¡Ryanair! Miedo, terror, pánico. Todo el mundo conoce el historial de nuestra empresa irlandesa favorita.
El gran momento es cuando los empleados se pasean por la cola, miran las maletas, miran a los dueños y les dicen algo así como "esa maleta es muy grande, pase por aquí". La maleta tiene que caber sí o sí en una especie de jaulilla para, no sé, ¿maletas? Si no, a montar un circo para que la maleta no supere los límites o a pagar unos 60 euros. Miraba a la gente y veía nervios y tensión que acabaron en dos mini-pollos y con la Guardia Civil asomando la nariz por si fuese necesaria su intervención. Como veo que Ryanair es una compañía con mucha imaginación, yo les diría que tendrían que crear una jaulilla para personas. Al comprar el billete, uno introduce peso, altura y cosas así y ya, en la cola, que el personal de Ryanair, al pasearse por las colas diga algo así como "usted supera los límites físicos del ciudadano medio debido a exceso de altura, longitud de piernas" o lo que sea. Que se lo lleven a la jaula, metan al pasajero (en potencia, siempre en potencia) y que le corten lo que sobra.
Al final, mi novia y yo tuvimos suerte y conseguimos entrar en el avión sin hacer ningún gasto adicional y llegar a nuestro destino. Mi amigo Marc dijo que había que celebrarlo, pero le dije que, de momento, tres hurras por Ryanair y otros tres al volver a casa. Si no hay problemas, se entiende.
Thursday, October 04, 2012
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Soy experta en volar con Ryanair, es lo único que me puedo permitir:-) y he visto de todo. Lo último fue una mujer y su hija con exceso de equipaje, que llegaron a vestirse con 10 camisetas cada una para vaciar las maletas; fue la risa!
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