Como ha dicho mi amigo Juanma, la "generación del 27" dio paso a la "generación 9b". Mi experiencia me ha dicho que llegados los 30 uno se da cuenta de que sí, solo se vive una vez y los años pasan volando. En el caso de mi grupo de amigos, pues diría que ninguno tuvo nunca vocación de algo o afición por alguna actividad más de allá de pasarlo bien, las mujeres (unos con más éxito que otros) y el fútbol. Ahora que estamos cerca de los 40, las aficiones aparecen a patadas. Y mola. Mola mucho. Que si cortos, que si modelismo, que si idiomas... Me imagino auténticas tormentas de ideas en casa, si es que se le puede llamar tormenta de ideas a estar uno solo en casa y darle vueltas y más vueltas a eso que no sale bien. Es más, creo que nos hace falta tener un estudio, nuestro Cau Ferrat, y convertirlo en un centro de intercambio de ideas, experiencia y conocimiento. Se me va la olla, se me va, es verdad, pero, ¿a que molaría?
El caso es que llegados a casi los 40, uno se da cuenta del tiempo que ha dejado escapar en actividades poco productivas (por usar terminología empresarial), pero como dice el refrán, más vale tarde que nunca. Ay, si hubiésemos tenido vocación por algo... Nos hubiésemos comido el mundo, que dijo aquel, pero como no, pues nos conformamos con darle unos bocados y saborearlos, que no es poco.
Wednesday, June 24, 2015
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
Voto a favor del CAU FERRAT. No es una locura, quizá sólo un deseo que se convierte en un sueño y quien sabe, si algún día, en realidad...
ReplyDelete