Friday, December 30, 2016
INGLÉS
El otro día volvía a sus tertulias radiofónicas
un analista habitual de las radios de Cataluña. Parece que había estado cinco o
seis meses en Irlanda para aprender (o mejorar) su inglés. Había hecho una
inmersión lingüística (o algo así decía) porque, según él, era la mejor manera
de aprender una lengua. En su caso supongo que le servirá de algo; al ser un
periodista (creo que es periodista) bastante famoso saber inglés le ayudará por
si en algún momento se tiene que ir a otro país a cubrir una noticia o de
corresponsal a un país angloparlante. Digamos que sale de un punto de partida
bastante bueno para que el inglés le sea de utilidad. Leyendo estas últimas
líneas, puede parecer que considere que el inglés sea inútil y no es así, todo
lo contrario, creo que sirve de mucho. Lo que pasa es que desde hace unos años,
sobre todo, desde la crisis, parece que saber inglés asegura un buen trabajo y,
desde mi punto de vista, nos equivocamos. Está claro que tener inglés te puede
ayudar a tener un buen trabajo, pero si bien, hace 15 o 20 años saber hablar
inglés te podía dar ese puntito que te diferenciaba del resto, ahora eso ya no
es así. Yo creo que en muchos sectores se da por hecho que uno sabe inglés, con
lo cual, hay que saber otro idioma, digo yo. Es más, un amigo que trabaja en
Recursos Humanos de su empresa me dijo que una chica no empezó ni siquiera el
proceso de selección porque solamente sabía inglés (aparte de que no había nada
en su currículum que la hiciese especial). Como decía, ahora el inglés se da
por hecho en muchos sectores, igual que en Cataluña se da por hecho que todo el
mundo habla castellano y catalán. Es decir, ahora el inglés no hace que uno
destaque y llegue antes a la meta sino que permite estar en la salida junto al
resto de participantes. Así que, tal y como va la cosa, en caso de que algún día
España tenga el nivel de inglés que tienen, por ejemplo, en Holanda lo que yo creo
es que será para estar de camarero en cualquier complejo turístico sirviendo
copas y llevando maletas de aquí para allá.
Saturday, December 24, 2016
RESUMIENDO 2016
Ostras, no me había dado
cuenta de que hace años que no hago mi particular resumen del año y, ayer, un
compañero de trabajo me dijo que su familia en Nochebuena, antes de cenar, hace
un repaso de lo que ha dado de sí el año. Cada uno, si le apetece, comenta lo
que considera más destacado, tanto bueno como malo, y expresa lo que espera del
Año Nuevo. Así que, me he animado a hacer un resumen de este año. Y bueno, otro
año que se nos va...
A ver, a ver… Resumiendo
en unas pocas palabras: no me quejo. Si miro todo lo acontecido este año,
solamente puedo decir que la única opción es ir a peor, lo cual, por otro lado,
da miedo, pero bueno. La verdad es que no recuerdo nada especial hasta marzo,
que fue cuando me fui con mis amigos a Bilbao a pasar un fin de semana. Fue
divertido, muy divertido, y teniendo en cuenta que estuvimos tres días, puedo
decir que los aprovechamos bastante bien: salimos por la noche, comimos bien y
encima pudimos ir al nuevo San Mamés a ver al Athletic. Hubo muchos momentos
grandes ese fin de semana y casi todos protagonizados por mi amigo Óscar: le
perdemos 10 minutos porque se ha ido a comprar un paraguas; le vemos pelearse
durante otros 10 minutos mientras se arregla la ropa después del salir del
lavabo del aeropuerto; le socorremos cuando cae lesionado al darse cuenta de
que no lleva el bastón; le despedimos en la noche de farra casi entre lágrimas
“porque su corazón dice que se quede de fiesta, pero su mente dice que su
espalda debe descansar” (yo creo que ese ha sido el momento delirante del año)…
Eso sí, cuando se recuperó lo hizo a lo grande, demostrando quién manda y tiene
galones. Al menos a mí me dio una lección de, digámoslo así, gestión de grupo.
El viaje que tenemos programado para el año que viene es a Granada,
la cual, como dijo mi amigo Vicente GTI, queremos reconquistar.
Pocas semanas después, y
debido a la boda del hermano de mi amigo Parre, echamos un partido de fútbol
que fue muy divertido, aunque la pena fue ver que el fútbol te jubila y los
años no pasan en balde: a los 5 minutos yo me había hecho una rotura de fibras
o algo que se le parecía mucho. Así que, a jugar con la pierna mala (sic).
La nota negativa del año
se la ha llevado el peidol. Después de siete años y medio jugando cada semana
hemos colgado la raqueta. Con lo bien que me lo pasaba... Si uno pasa de
deportes extremos, de superaciones individuales, se le da bien el deporte y
quiere pasar un buen rato, el peidol es el deporte ideal. Se aprende relativamente
rápido y es muy divertido. En nuestro caso, el idilio peidolero ha durado mucho
tiempo, pero al final, la monotonía ha roto nuestra relación. Al menos, me
quedo con la satisfacción de que mi mejor peidol ya lo había dado, no podía
mejorar más. Qué tiempos en los que reventaba la pelota para después
convertirme en un superclase (ejem…).
Respecto a los cortos, llevamos más de un año con el ¿nuevo? corto, que se titula "Solo se vive una vez". Recuerdo que el Parre y yo comentábamos que era nuestra primera superproducción porque había muchos protagonistas y un equipo técnico (sic) alrededor grande (qué lejos quedan esos días en los que decidimos hacerlo todo él y yo...), pero jamás hubiésemos pensado que en diciembre de 2016 estaríamos aún así. Lo empezamos a rodar allá por octubre de 2015 y aún nos quedan planos. Quedan tantos planos que creo que podríamos meter uno en el que el protagonista dijese algo así como "mi corazón dice que me quede, pero mi mente me dice que me pire"; creo que sería grande, muy grande y no desentonaría en la historia (ahí lo dejo...). El caso es que ha pasado tanto tiempo que incluso la protagonista ha cambiado… Esto parece “Cleopatra”. Así que, como ha dicho el Parre, que el 2017 nos traiga lo que más ansiamos: ¡el final de "Solo se vive una vez!".
Respecto a los cortos, llevamos más de un año con el ¿nuevo? corto, que se titula "Solo se vive una vez". Recuerdo que el Parre y yo comentábamos que era nuestra primera superproducción porque había muchos protagonistas y un equipo técnico (sic) alrededor grande (qué lejos quedan esos días en los que decidimos hacerlo todo él y yo...), pero jamás hubiésemos pensado que en diciembre de 2016 estaríamos aún así. Lo empezamos a rodar allá por octubre de 2015 y aún nos quedan planos. Quedan tantos planos que creo que podríamos meter uno en el que el protagonista dijese algo así como "mi corazón dice que me quede, pero mi mente me dice que me pire"; creo que sería grande, muy grande y no desentonaría en la historia (ahí lo dejo...). El caso es que ha pasado tanto tiempo que incluso la protagonista ha cambiado… Esto parece “Cleopatra”. Así que, como ha dicho el Parre, que el 2017 nos traiga lo que más ansiamos: ¡el final de "Solo se vive una vez!".
Friday, December 23, 2016
LO SIGUIENTE
El otro día estaba con unos amigos y una chica dijo
algo así como “no le doy dos hostias, le doy lo siguiente” y no pude evitar decir
“tres, ¿no?”. Por suerte, creo que no me oyó, si no, quizás hubiese pensado que
me burlaba de ella. Y es que desde hace un tiempo, ya unos años diría, se ha
puesto de moda eso de decir “lo siguiente”. Pero, ¿qué es lo siguiente? Me gustaría
que alguien me lo aclarase. Supongo que el lenguaje es maleable y se puede
jugar con él, pero a veces, hay cosas que hacen sangrar los oídos: unas suenan
fatal y otras se repiten. Este caso sería uno de esos de repetición. La verdad
es que la primera vez que lo oí, incluso me hizo gracia, pero cuando al final
todo es “lo siguiente”, pues hombre… Es como el famoso “nen” que se puso de
moda hace años. Todo el mundo era “nen”. Para los críticos, debo decir que yo
también he incorporado mucho vocabulario que se puso de moda en su momento y ahora
parece que lleva entre nosotros desde los tiempos de Cervantes… Pero bueno, a
lo que iba, ¿se puede sustituir “lo siguiente” por otra palabra, expresión o
cómo se diga…? Por ejemplo, si uno es muy alto, que no sea lo siguiente, que
sea altísimo sin más.
Monday, December 19, 2016
MÚSICA DEL DIABLO
El otro día leí una noticia en un periódico sobre el circuito de Barcelona de locales latinos (o cómo se diga...). Parece que hay un montón, aunque parece que no son muy conocidos; parece muy "underground". Hay una especie de fiebre de la música sudamericana: el que no baila salsa, escucha "reguetón" (o cómo se escriba...). El "reguetón", esa música del diablo... O lo amas o lo odias y yo creo que estaría más bien en el grupo de los que lo odian. Y es que no me gusta nada, pero debo decir que cuando analizo por qué no me gusta nada siempre acabo pensando que lo mismo pasó en su momento con el blues y el jazz. Ahora mismo, si a cualquier persona le hablas de blues y jazz va a pensar directamente en música para viejos que fuman en pipa y música de ascensores. Sin embargo, en su momento eran músicas excitantes y los americanos más conservadores sí que las consideraban como músicas del diablo... No sé, dentro de unos años oiremos eso de "dale más gasolina" en RAC 105 y diremos "ya no se hace música como antes".
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