MADRES PEPERAS

Dejad que las madres peperas se acerquen a mí, que yo, su Cristo particular, las llevaré por el camino del Señor.
No sé por qué motivo, pero tengo cierta facilidad para meterme en líos o al menos, pequeños líos. Esta vez debido a madres peperas que quieren hablar conmigo. La primera es la de una amiga que es del Partido Popular y después de varias discusiones con esta amiga, le dije que su madre era un poquito facha. La verdad es que no sé qué tiene de malo decir eso, ¡cuando su marido lo ha dicho también! Ah, que él es el marido, vale… Además, que cada uno puede ser del partido que quiera, que hay libertad de expresión, ideología y todo eso, ¿no?
La segunda es la madre de una compañera de trabajo. Es que todos los males que tiene esta madre, yo le digo a mi compañera que es debido a que es simpatizante de este partido. Creo que empieza a saber algo sobre mi teoría y me temo que en cuanto sus dudas se disipen, también querrá hablar conmigo.
Ya sabéis, si vuestra madre es del PP y tiene problemas de comunicación, que venga a hablar conmigo.

AC BIANCONERO-RESTO DEL MUNDO

Anoche nos juntamos las viejas glorias del AC Bianconero para echar un partidito de fútbol. Pasamos un rato divertido y demostramos que el que tuvo (no) retuvo. Jugamos en una pista de frontón reconvertida en cancha de fútbol, con sus bandas en diagonal y todo. Muy curioso el campo. Al final ganó mi equipo de 10 a 8, pero la vuelta, que jugaremos el próximo viernes, promete ser un partido de alto riesgo y muy interesante. Hay algunos que se mantienen más o menos bien y otros que vemos la pelota cuadrada, pero bueno, hacemos lo que podemos. Os dejo una foto de los dos equipos y prometo volver la semana que viene con el desenlace.

UN 7

Ayer, en “El món a RAC1”, preguntaban a los oyentes qué nota se pondrían en una escala de 0 a 10. Se suponía que la gente tenía que hacer una evaluación general de su vida hasta ese momento y ponerse una nota. Es decir, había que tener en cuenta si te considerabas buena persona, si profesionalmente, creías que tenías lo que te merecías y bueno, ese tipo de cosas. Al final no sé cuál fue la nota media, pero pensando pensando, llegué a la conclusión de que me pondría un 7. Sí, un 7. Más, me parecía demasiado y menos creo que no, directamente. No es que tenga gran cosa, pero bueno, lo poco que tengo, lo he conseguido yo solo: una carrera de mierda que me ha costado, pero al menos me la he sacado; un trabajo, que a pesar de ser una mierda, lo conseguí sin enchufes ni mierdas de esas y estoy bien; los amigos que tengo son una pasada; me encanta mi familia (padres, hermanos, tíos, abuelos, primos…); ni novia me aguanta, aunque no sé cómo y tampoco soy muy mala persona. Pues eso , que me puse un 7.

PENSÉ QUE ERA UN HELICÓPTERO

Hola chicos, ya estoy de nuevo aquí. Volvimos el martes de Ámsterdam y estuvo bien el viaje. No visitamos ningún museo ni nada por el estilo, pero dimos muchos paseos por la ciudad y, evidentemente, visitamos el famoso Barrio Rojo. En ese barrio se cumple el dicho de un amigo mío: a coños calientes, pollas duras. Bueno, calientes a lo mejor no, pero duras, seguro, que había mucho semental suelto por allí y poca chica que no estuviese en el escaparate. De todas maneras, a pesar de la novedad, no me gustó mucho esa zona, había mucho turista borracho y, de hecho, vimos algunas peleas. Nos quedamos sin ver el Amsterdam ArenA, que, la verdad, era uno de los sitios que yo quería ver. Deambulando por la ciudad, conocimos a nuestro nuevo ídolo: Doc Johnson. Si queréis saber quién es, entrad en internet. Por cierto, que a uno de mis compañeros de viaje se le vio una homosexualidad latente que hubiese salido a flote si hubiésemos estado un par de días más. Seguramente ese ariete era para él…
Una de las cosas curiosas de ese viaje es que me perdí el Barça-Madrid de la segunda vuelta de la Liga porque estábamos en el vuelo. Y digo curioso porque también me perdí el de la ida debido a otro viaje. En la vida me había pasado eso, en la vida.
La primera noche fuimos a un coffee shop, pero a mi no me hizo ningún efecto. Me imagino que fue porque no me tragaba el humo. Lo siento, ése es el problema de los no fumadores, que no sabemos tragarnos el humo. Pensaba que eso no le pasaba a nadie, pero el otro día, una compañera de trabajo me dijo lo mismo. Sin embargo, a dos sí que les hizo efecto el porrito, pero no precisamente para bien: uno tuvo que salir a la calle porque parece que le había bajado la tensión y a otra le bajó tanto la tensión que quiso acompañarla y se fue con ella al suelo. El susto fue grande, pero quedó en eso, en un susto.
La última noche probamos unas setas mexicanas, que parece ser que son las más suaves y bueno, puedo decir que nos reímos mucho, eso sí, después no había manera de dormirse, pero bueno. El chico que nos las vendió, gallego él, nos dijo que como mínimo, había que comerse media caja de setas, pero pasamos, más que nada por el susto que habíamos tenido y porque eran caras (13 euros cada una), así que nos comimos una cada uno. Como había seis setas y éramos seis, pues fue perfecto. El caso es que nos reímos mucho, sobre todo, de vuelta al hotel pensando que la policía nos perseguía en un helicóptero y en una de las habitaciones viendo la televisión.
Pues eso, que el viaje ha sido muy divertido y nos lo hemos pasado muy bien. Fíjate si nos lo hemos pasado bien, que un amigo va a pasar de comprarse un coche a hacer viajes… Buena decisión.
Y como nota final, dejo la banda sonora que me acompañó durante esos tres días: “Papa don’t take no mess”, de James Brown.

A MI ÚNICO LECTOR

Quiero dar la bienvenida de vuelta a esta, su casa (hay que decirlo como lo dirían en la televisión...), a mi Único Lector. Después de unas semanas sin saber nada de él ha vuelto. Bueno, ahora voy a contar un chiste que no conocía:

Entra un niño en una tienda y pregunta:
-Perdona, ¿tienes la camiseta del Madrid?
Y le responde el dependiente:
-¿Cuál, la de jugador o la de árbitro?

Tenéis razón, ya no ganan ni con la ayuda del árbitro...

Me despido hasta dentro de unos días, que me piro a Amsterdam, je, je...

MI FIN DE SEMANA

Viernes: fui a ver “La vida de los otros” (no sé cuál es el título original), que es una película alemana que ha ganado este año el Oscar a la mejor película de habla no inglesa. La verdad es que no me hacía mucha gracia verla porque era en versión original y el alemán, pues la verdad, no lo entiendo y se me hace muy raro ver una película en ese idioma. La película explica la vida en la República Democrática Alemana de un autor teatral y lo que le sucede cuando empieza a ser espiado y lo que le sucede al espía al empezar a espiar. La película me gustó, sobre todo por el papel del espía, aunque hubo algo que no me acabó de convencer: el cambio que pega el espía, que pasa de ser un fiel seguidor del régimen comunista a ayudar al autor teatral. No lo explican muy bien, la verdad. Bueno, de hecho no lo explican, de repente, uno dice “ah, vale, que ya no le gusta tanto el comunismo”. Pero bueno, me gustó, es entretenida, te puedes hacer una idea de lo que difícil que era llevar una vida normal en ese país y por extensión, en cualquier otro que está dominado por un régimen dictatorial, ya sea fascista o comunista.
Una de las mejores escenas es aquélla en la que el espía está trabajando en un almacén y en ese momento, le informan de que han abierto la frontera entre la RDA y RFA, se queda unos segundos pensando y finalmente, se levanta y se marcha.
Pues eso, altamente recomendable.

Sábado: volví a ir al cine y a ver una película en versión original. Esta vez no había otra posibilidad porque fue filmada para ver de esa manera. La película es “Cartas desde Iwo Jima” (“Letters from Iwo Jima”), ha sido dirigida por Clint Eastwood y trata sobre la batalla de Iwo Jima durante la II Guerra Mundial entre Japón y Estados Unidos, vista desde el punto de vista japonés. Antes, ya se estrenó “Banderas de nuestros padres” (“Flags of our fathers”), que trata también sobre la guerra entre Japón y Estados Unidos, pero vista desde el punto de vista de los estadounidenses. Todo el mundo dice que es mejor “Cartas desde Iwo Jima” y no sé si será así, pero por lo menos, a mí me gustó mucho, la verdad.
Los protagonistas son un oficial interpretado por Ken Watanabe y un soldado raso interpretado por alguien a quien conocerán a la hora de comer y muestra como son los preparativos de la batalla ante la llegada de la armada de Estados Unidos y que cuáles son sus sentimientos ante la más que posible pérdida de la batalla y lo que es peor, de la vida. También deja una pregunta abierta, creo yo, que es: ¿vale la pena morir por la patria? Hay algunas secuencias en la que los soldados japoneses parecen auténticos fanáticos que apenas se diferencian de los que en la actualidad se ponen un cinturón lleno de dinamita, se van a cualquier mercado de Tel Aviv y lo hacen explotar. Lo que pasa es que, ah claro, unos son japoneses y son vistos como auténticos guerreros que siguen el budo y que deben defender su patria, su nación y si por ello deben estrellarse con un avión contra un portaviones, lo harán muy gustosamente. Sin embargo, el pobre hombre que se hace explotar en un mercado es un simple fanático que mata por matar… Es curioso como cosas que son parecidas se ven de tan diferente manera. Evidentemente, no defiendo que la gente mate, ¿eh?

Domingo: fui a jugar a baloncesto y la verdad es que me lo pasé bien. Debo decir que soy bastante malo, pero hay algo que creo que se me da bien e incluso me gusta: defender. Lo encuentro muy divertido, te plantas delante un tío e intentas que no pueda hacer nada con la pelota. Me mola. Hice un par de entradas a lo Allen Iverson que incluso me dejaron flipado a mí. Pero creo que lo mejor fue tocar una pelota con los pies. Sí, después de meses sin jugar a fútbol, pude hacer unos toques con una pelota y la verdad es que no he perdido ese fino toque que me caracterizaba… Es broma. Éramos tres y como nos emocionamos, decidimos montar un partido para el próximo día 16 de marzo. Creo que la emoción nos ha jugado una mala pasada, acabaremos muy petados.