Saturday, March 17, 2007

PENSÉ QUE ERA UN HELICÓPTERO

Hola chicos, ya estoy de nuevo aquí. Volvimos el martes de Ámsterdam y estuvo bien el viaje. No visitamos ningún museo ni nada por el estilo, pero dimos muchos paseos por la ciudad y, evidentemente, visitamos el famoso Barrio Rojo. En ese barrio se cumple el dicho de un amigo mío: a coños calientes, pollas duras. Bueno, calientes a lo mejor no, pero duras, seguro, que había mucho semental suelto por allí y poca chica que no estuviese en el escaparate. De todas maneras, a pesar de la novedad, no me gustó mucho esa zona, había mucho turista borracho y, de hecho, vimos algunas peleas. Nos quedamos sin ver el Amsterdam ArenA, que, la verdad, era uno de los sitios que yo quería ver. Deambulando por la ciudad, conocimos a nuestro nuevo ídolo: Doc Johnson. Si queréis saber quién es, entrad en internet. Por cierto, que a uno de mis compañeros de viaje se le vio una homosexualidad latente que hubiese salido a flote si hubiésemos estado un par de días más. Seguramente ese ariete era para él…
Una de las cosas curiosas de ese viaje es que me perdí el Barça-Madrid de la segunda vuelta de la Liga porque estábamos en el vuelo. Y digo curioso porque también me perdí el de la ida debido a otro viaje. En la vida me había pasado eso, en la vida.
La primera noche fuimos a un coffee shop, pero a mi no me hizo ningún efecto. Me imagino que fue porque no me tragaba el humo. Lo siento, ése es el problema de los no fumadores, que no sabemos tragarnos el humo. Pensaba que eso no le pasaba a nadie, pero el otro día, una compañera de trabajo me dijo lo mismo. Sin embargo, a dos sí que les hizo efecto el porrito, pero no precisamente para bien: uno tuvo que salir a la calle porque parece que le había bajado la tensión y a otra le bajó tanto la tensión que quiso acompañarla y se fue con ella al suelo. El susto fue grande, pero quedó en eso, en un susto.
La última noche probamos unas setas mexicanas, que parece ser que son las más suaves y bueno, puedo decir que nos reímos mucho, eso sí, después no había manera de dormirse, pero bueno. El chico que nos las vendió, gallego él, nos dijo que como mínimo, había que comerse media caja de setas, pero pasamos, más que nada por el susto que habíamos tenido y porque eran caras (13 euros cada una), así que nos comimos una cada uno. Como había seis setas y éramos seis, pues fue perfecto. El caso es que nos reímos mucho, sobre todo, de vuelta al hotel pensando que la policía nos perseguía en un helicóptero y en una de las habitaciones viendo la televisión.
Pues eso, que el viaje ha sido muy divertido y nos lo hemos pasado muy bien. Fíjate si nos lo hemos pasado bien, que un amigo va a pasar de comprarse un coche a hacer viajes… Buena decisión.
Y como nota final, dejo la banda sonora que me acompañó durante esos tres días: “Papa don’t take no mess”, de James Brown.


1 comment:

  1. Eres un superjunkieeee... jajajajaja porritos, setas, putas... que primo mas golfo.... ¡Joder que envidia me das! jajajaja, yo que no probe ni setas... y cuando probe el porro, como tu amigo, solo que a mí me duro todo el fin de semana. Y los abuelos en Benidorm con nosotros y yo mareao to el Weekend!

    No es serio esto! Besos

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