Thursday, January 24, 2008

AGUA

De pequeño, cuando iba al colegio, me dijeron que el agua no tenía sabor y yo me lo creí, sin embargo, hace poco me enteré de que existe el agua con sabor; es agua a la que se le añade no sé qué y sabe a algo, no sé, fresa y cosas de esas, no sé qué sabores hay. De hecho, hace unas semanas la probé y debo decir que no me gustó nada porque a diferencia del agua de toda la vida (habrá que empezar a llamarla así), este agua, al tener sabor, pues claro, puede ser que no guste. ¿Alguien conoce a alguna persona a la que no le guste el agua de toda la vida? Me imagino que no, al menos, yo nunca he oído “es que no me gusta el agua…”. O sea, a algo que gusta a todo el mundo, le añaden sabor… Me imagino que en el mundo del marketing es una idea perfecta, pero a mí no me acaba de convencer; por una vez que está todo el mundo de acuerdo en algo, van cuatro listos y se sacan esta chorrada de la manga.
De todas maneras, creo que esto del agua de sabores va más allá de eso, es algo que tiene que ver con la sociedad, con sus diferencias y paradojas. Quiero decir que, mientras unos nos podemos permitir el lujo de tomar agua con sabor, a otros les cuesta encontrar agua para beber. Es más, algunos nos podemos permitir el lujo de hacer catas de agua mineral… ¿No parece algo del todo surrealista? ¡Catas de agua! Es que la sola idea me parece ridícula: este agua tiene mucho hierro; ésta otra, no… Lo que quiero decir es que hay muchas desigualdades en la sociedad que quedan reflejadas en ridiculeces como ésta.
Bueno, como decía mi profesor de filosofía, no quiero que me deis la razón, sólo quiero que penséis sobre ello.

1 comment:

  1. Tio, actualiza de una vez, ya te vale.

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