Mis lectores más veteranos sabrán (si es que queda alguno o, peor aún, si alguna vez tuve uno) que considero que José Mourinho es un gran entrenador. A pesar de todos sus defectos, creo que es muy buen entrenador y para ello, solo hace falta repasar todo lo que ha ganado desde que empezó para comprobar si lo es o no.
Estos días he estado de vacaciones y paseando, vi un libro sobre el personaje, "José Mourinho", de Sandro Modeo. Lo ojeé, vi que la letra era grande, con mucho espacio entre líneas y de pocas páginas, así que decidí comprarlo para leerlo durante las vacaciones.
Ostras, pensaba que sería el típico libro fácil de leer en el que sólo falta un babero para el autor del libro. Y la verdad es que, si bien, al autor habría que darle un baberito para limpiar toda la baba que le cae, también es cierto que no es un libro fácil de leer, sobre todo el tercer capítulo, en el que habla sobre neurociencia aplicada al fútbol. Uauh, me imagino que es interesante, pero demasiado para mí. Hay dos cosas que me han gustado bastante, la primera es la más futbolística. El tercer capítulo es un recorrido a la velocidad de la luz sobre las tendencias y maneras de jugar de gran parte del siglo XX y como éstas han influido en la concepción del juego que tiene el bueno de Zezinho. Además, el autor explica brevemente todas las temporadas desde que es entrenador y cómo ganó todos esos títulos, centrándose, especialmente en las Copas de Europa. Y de ellas, en la que ganó con el Inter de Milán donde, según el autor, hizo contra el Barça "la mayor de las obras maestras". Esto se puede cuestionar, pero el caso es que pasaron de ronda.
La segunda cosa que me ha gustado es, por llamarla de alguna manera, la sociología futbolística que hace; cómo conecta el fútbol con la sociedad en la que se desarrolla y cómo, a partir de José Mourinho, el escritor hace una crítica del fútbol italiano y, por extensión, de la sociedad italiana.
Por otro lado, lo que he echado en falta es algo más de información sobre esa relación Barça-Mourinho que tanta tensión ha generado en los últimos años. Todo el mundo sabe que en Barcelona se le menospreció diciendo que era un simple intérprete (aunque como dice el libro, aprender una lengua nueva tiene mucho mérito) y no sé hasta qué punto eso le ha marcado y por ello esa alegría que tiene cuando gana al Barça.
No sé, supongo que le pasa como a Miles Davis, ese ansia por ganar o ese toque chulesco que tiene le viene de su sentido competitivo y amor propio (esta última referencia a Miles Davis no es mía, claro, la leí el otro día en un libro y me vino de perlas).
Monday, November 01, 2010
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