El otro día mi amigo Juanma, también conocido como el cazador de hombres (desnudos y a poder ser, Braaaad) me hizo un comentario sobre mi manera de jugar a fútbol. Decía algo así como que las croquetas eran mi signo distintivo, igual que lo habían sido antes para Laudrup o igual que se recuerda en Barcelona a Romário por la cola de vaca. El caso es que le contesté diciéndole cómo le veía yo jugando y, ahora, pues mira, lo voy a hacer de algunos de los que jugaron con nosotros en el equipo. No voy a seguir ningún orden, pero empezaré por él:
1. Juanma: recuerdo que cuando le conocí me recordaba a un mediapunta brasileño que jugaba en el Paris Saint-Germain que se llamaba Valdo. Me recordaba a él porque jugaba en el centro del campo sin correr, cogía la pelota, hacía una croquetilla y la enviaba dónde hiciese falta; fútbol sin correr. A mí me gustaba mucho su manera de jugar, la verdad. Con el paso del tiempo, fue retrasando su posición hasta acabar de cierre. De ser un equipo que tenía cierres por todas partes, acabamos sin tener ni uno, así que, acabo él en ese puesto. Como sabía de qué iba el juego, no desentonaba, pero los años pasan para todos y si, al principio, podía jugar sin correr, en los últimos años había que correr, aunque fuese un poquillo, pero no llegaba. Digo que tenía que correr porque, si bien antes, nadie en el equipo corría más de la cuenta, al final, hacíamos aguas por todas partes y todos los ataques contrarios era un suplicio porque desde arriba no defendíamos nada y todo se lo comían los de atrás. Lo que menos me gustaba era que hacía muchas faltas, algunas, quizás, que no eran necesarias, cosa que nos provocó muchos, muchos problemas.
2. Sergio: creo que fue el único que mejoró con el paso del tiempo. De ser un buen portero, pasó a ser, posiblemente, el mejor de la liga; aunque no sé si fue que, realmente, fue mejorando año a año o fue el "síndrome Lopetegui", por el cual, te chutan tantas veces, que al final, paras unas cuantas. Sin embargo, creo que no fue eso, creo, sinceramente, que al final era muy bueno, era grande y rápido de reflejos y nos hacía sentir cómodos, lo cual, quizás, también, con el tiempo, se convirtió en algo malo cuando el resto del equipo ya estaba dando sus últimos coletazos; era en plan "bueno, si la pierdo, ya se la parará el Sergio...". Lo peor, aunque parezca mentira, era su juego con los pies. Y digo que parece mentira porque él sabía jugar a fútbol, cuando echábamos pachanguillas, él se ponía de jugador y lo hacía bien, sabía mover la pelota. Vamos, que no era ni Casillas, ni, horror, Zubizarreta, pero no sé, era ponerse bajo los palos, pasarle una pelota a los pies y empezar a temblar.
3. Bugno: recuerdo que empezó a jugar la misma temporada que el Juanma y pensé que eran dos buenísimos fichajes que reforzarían el equipo. Si bien, en el caso del Juanma, sí fue así, en el caso del Bugno fue todo lo contrario. Creo que fue nuestro Bojan particular, estaba, pero no se esperaba que hiciese gran cosa. Por su fisonomía y manera de jugar, me recordaba a Kanu, ese delantero del Ajax de los 90 y pensé que nos daría muchas tardes de gloria (sic). Me equivoqué, como decía alguno, para jugar en el patio del colegio sí era bueno, pero para el nivel de una liga de barrio (sic), no daba la talla. Su regate predilecto era la croqueta, lo que hizo que acabásemos diciendo que lo suyo era la monojugada: croquetas por todas partes. Eso sí, nos regaló uno de los mejores recuerdos del equipo cuando se regateó a cinco haciendo croquetas para acabar marcando.
4. David: el hermano del Juanma. En las últimas temporadas del equipo, si ganamos algún partido, fue gracias al Sergio y a él. Técnicamente bueno y físicamente muy fuerte. Defendía, creaba juego y metía goles. Una bestia. Su primer partido fue contra uno de nuestros archienemigos; íbamos en cuadro y con un miedo increíble, pero ganamos 6 a 3. Evidentemente, gracias a él, que metió 3 o 4 goles. Flipábamos. Tenía el mismo problema que su hermano: le sobraban algunas faltas.
5. Luque: parecido al David, pero de medio campo arriba, con la diferencia de que no metía tantos goles, ni entendía el juego... Es verdad, entonces, no era tan parecido al David. De él tengo siempre el mismo recuerdo: él paraba la pelota en el medio campo de espaldas a la portería contraria, se intentaba girar y si lo conseguía, salía corriendo por la banda derecha. Pero, sucedía que se iba cerrando, cerrando y cerrando hasta que, ni siquiera, conseguíamos un simple saque de banda... Siempre le decía lo mismo, que cuando recibiese la pelota, me la pasase y saliese corriendo; yo se la pasaría. Nunca lo hizo.
6. Vicente: empezó jugando de cierre y lo hacía muy bien. Era muy bueno, tenía la energía de Puyol y la valentía de Sergio Ramos. Iba bien al corte y no cometía muchas faltas. Con el paso del tiempo, y en un caso digno de estudio, fue adelantando su posición hasta acabar jugando por la banda derecha, donde, para mí, también lo hacía bien, aunque también había quien decía que su sitio estaba atrás, de cierre.
7. Casti: nuestro Sabonis particular. Era un tío que jugaba de cierre muy bien, no se complicaba, no hacía faltas y leía muy bien el juego en defensa. Lo malo es que tenía unos tobillos que eran de cristal y cuando empezó a jugar con nosotros, su físico ya no estaba para muchos trotes. Al menos, pudimos disfrutarlo un año bastante bien.
8. Ardid: muy bueno. Parecido al David, pero sin tanta fuerza. Todo el mundo me decía que era muy bueno y cuando lo conocí, en efecto, lo era. A mí me gustaba mucho jugar con él, creo que nos entendíamos bastante bien, aunque, algunos decían que era muy anárquico, que iba a su bola. Tuvimos la suerte de jugar con él cuando estaba a tope, cuando el equipo empezó el descenso a los infiernos, él ya no jugaba, así que, es de los pocos de los que recordamos las cosas buenas.
9. Marc: venía de jugar de cierre (y van...) en otro de nuestros archienemigos y quería jugar con nosotros de delantero. Al final, y por selección natural, acabó de cierre en una época en la que teníamos mil cierres. Cuando estaba a tope, recuerdo que era rápido, pero cuando perdió esa velocidad, bajó el nivel. Aún recordamos un partido en el que jugó bastante mal y dijo "me he podido resarcir del partido de la semana pasada". Todos nos reímos y le dijimos, "¡pero si has jugado peor!". Qué grande.
10. Dani: también recuerdo que me hablaban de él y no lo conocía, pero en cuanto empezamos a jugar juntos, vi que era muy bueno; me entendía también a las mil maravillas. Era rápido mentalmente, tenía técnica y metía goles. Creo que ese descenso a los infiernos que he mencionado antes lo personifica él perfectamente: de jugar de memoria y con rapidez, a ser un equipo muy malo en el aspecto físico y sin ningún recurso. Es verdad que sus tobillos no le permitían hacer muchas cosas, pero a veces pienso que jugábamos con uno menos.
11. Marcos: otro cierre. Normal; no era excepcional, ni era un "dos de patán". No se complicaba la vida, pero por otro lado, a veces parecía que no estuviese en el campo, como si la cosa no fuese con él.
12. Paco: sabía jugar a fútbol y acabó ocupando el puesto de delantero centro (ahora que lo pienso, el Dani y él jugaban en el mismo sitio, ¿cómo lo hacíamos?). Supongo que, debido a que su físico tampoco se lo permitía, algo que empezó siendo un recurso de emergencia, acabó convirtiéndose en otra monojugada: me coloco de espaldas a la portería contraria, voy metiendo el culo al contrario intentando avanzar mientras todos me gritan "¡pasa, pasa!", sin embargo, al final, me dejo caer esperando que piten una falta que, evidentemente, el árbitro no ve por ninguna parte. Frustrante.
Bueno, esto es todo, quizás me he dejado fuera a alguien, pero creo que estos son los que más partidos jugaron y los más importantes (con permiso del Pau, que jugó muchos partidos y a muy buen nivel en los primeros años). Si alguien lee esto, espero que no se lo tome mal, o al menos, no muy mal, al fin y al cabo, es mi opinión y puedo estar equivocado.
Monday, July 29, 2013
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