Se quejaba el otro
día un amigo mío porque la gente se come las preposiciones cuando escribe en el
móvil, por ejemplo, en lugar de decir “voy a hacer la cena”, alguno diría “voy
hacer la cena”. Aunque también habría que incluir a esos que meten más
preposiciones de las que toca, como por ejemplo, esos que se “creen de que” la
vida es una mierda… La verdad es que duelen los ojos cuando uno ve esas cosas y
los oídos cuando se oyen, pero bueno, son errores, para mí, perdonables si uno
es consciente. Aunque, vamos, cometer un error siendo consciente de él roza el
absurdo… Me desvío, como de costumbre. Todo esto viene al caso porque hay un
error que, ya sea de manera consciente o inconsciente, se repite y me está
matando. Encima, veo que ya se dice con total normalidad. Es más, a veces
incluso puedes llegar a verlo escrito. Me refiero a “yo me gustaría”. Exacto, “yo me
gustaría”, así, sin coma entre “yo” y “me”. Parece que no, pero la coma tendría
su razón de ser. Con la coma, podríamos pensar que la persona que habla va a
decir algo y, al final, acaba diciendo otra cosa. Por ejemplo, “yo querría ir
al cine” y cuando justo ha dicho “yo”, se lo piensa y dice “me gustaría ir al
cine”. Es decir, sería un “yo, me gustaría” o un “yo… me gustaría” y al hablar
se notaría una breve pausa, un cambio en la entonación… No sé, algo que nos
hiciese darnos cuenta de que el interlocutor ha cambiado su frase mientras
hablaba. Sin embargo, yo me refiero al “yo me gustaría” sin más, sin pausas. Un
“yo me gustaría” igual que un “tú te gustaría” o “él le gustaría”. Fijaos si
creéis que estoy loco, “todo el mundo le gustaría” algo. Supongo que se puede
resumir diciendo que los idiomas cambian y muchos de esos cambios vienen de
errores, pero es triste no usar el idioma correctamente y que salga de nuestras
bocas cualquier cosa.
Tuesday, March 31, 2015
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