Ya es Navidad. Llegan las comilonas, los regalos, la familia... Ostras, parece que a muy poca gente le gusta la Navidad y una de las quejas son las comidas familiares. Debo decir que sin ser "navidófilo" (toma palabra que me he sacado de la manga), pues en los últimos años la he disfrutado. Es más, creo que me gusta más ahora que de pequeño. ¿Por qué? Pues no sé, pero me gusta.
Como decía, una de las quejas es que uno va de casa en casa a reencontrarse con familiares a hacer esas grandes comilonas. Es verdad que en todas las familias puede haber alguno con el que no nos llevemos del todo bien, pero en general, no todos son ogros. Además, ¡cuántas veces hemos oído quejas de la gente porque solamente se ven en entierros! Jolín, pues para eso está la Navidad: para disfrutar de los que están y recordar a los que nos han dejado. Ostras, me he puesto muy filosófico y sentimental (pañuelos fuera y a secarse las lágrimas) y no era mi intención, así que, aunque sea, hay que disfrutar de la Navidad por algo más terrenal: por conseguir fiambreras llenas de comida. Da gusto llegar a casa y no saber qué cenar; uno se encuentra en la nevera canelones, "fricandó", endaladilla rusa, tortilla de patatas y un largo etcétera.
Friday, December 27, 2013
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