EL CUARTO PODER

Aunque, según algunos, los medios de comunicación deberían ser el contrapoder, al final, ejercen de cuarto poder... El otro día escuchaba la típica tertulia radiofónica sobre política y el director de un periódico madrileño acusaba al gobierno catalán de subvencionar a los periódicos barceloneses. Como un resorte saltó un periodista de unos de estos diarios barceloneses y le dijo al otro que no fuese por ese camino porque se harían daño. En concreto, le dijo "prendrem mal".
A mí que me gusta el "safareig", pensé que, bueno, ya puestos, que se hiciesen daño y, de esa manera, los ciudadanos sabríamos un poco más sobre como funciona el mundo de la política, pero no, ahí acabó todo. Dejando de lado la broma del "safareig", pensándolo fríamente, uno se da cuenta de que parece que el periodismo, bueno, (gran, grandísima) parte del periodismo, también nos estafa.
En el fondo, no es ni contrapoder, ni cuarto poder, es un instrumento siervo más del poder. Otro.