LAS SIETE DIFERENCIAS

A pesar de no seguir nunca la serie, más o menos sabía de qué iba: un hombre y una mujer maduros se enamoran y se van a vivir juntos con sus respectivos hijos. Exacto, "Los Serrano". Recuerdo que en su momento fue un bombazo televisivo y, probablemente, una de las series con más audiencia. A mí siempre me pareció una auténtica mierda, me parecía la típica serie española de... eso, de mierda. También recuerdo que cuando los hermanastros se enamoraron (e, incluso, diría que se enrollaron...) no pude evitar pensar que era otra concesión más a ese público (de mierda) poco exigente capaz de tragarse cualquier cosa. Yo no es que sea muy exigente ni tampoco estoy esperando que me cambien la vida con una serie de televisión o una película, pero, exijo unos mínimos. Vamos, no espero que todas las series sean "The Sopranos" o la que está pegando ahora con mucha fuerza, "Homeland", pero, repito, sí pido unos mínimos.
El colmo de esta (mierda de) serie fue cuando me enteré de que en el último episodio se explica que todo ha sido un sueño... ¿Un sueño? ¿Tantos años para decir que todo había sido un sueño? Jolín, hasta los seguidores de la serie fliparon... "Sólo" por eso, la puedo colocar junto a "Qué tiempo tan feliz" en lo alto de mi lista de programas de televisión más odiados.
Sin embargo, ayer me enteré de que la canción que servía de sintonía para la serie, la famosa "Uno más uno son siete" del inefable Fran Perea es un plagio, al menos en parte, de un grupo, si no me equivoco, inglés llamado The Lightning Seeds. El título de la canción es "Pure". Dejo las dos canciones, sobre todo, en el caso de "Pure" atentos a partir del minuto y cinco segundos. Lamentable...