EN BUSCA DE LA POSTERIDAD

Lo he leído en Facebook, así que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia, pero como motivo para escribir ya me sirve. Creo que en el cine lo llaman “McGuffin”... Bueno, el caso es que, según sus memorias, la vida de Ansar cambió después del atentado de ETA. Dice que para todos los presentes fue un milagro que sobreviviese y que Dios le encomendó una misión en su vida: liderar a la humanidad. Me imagino que de una manera un poco más terrenal se puede decir que ese liderazgo era en forma de estadista de talla mundial. Que lo consiguiese o no, es otra historia, pero lo que está claro es que todos nos acordamos de él (y alguno hasta de su madre….), con lo cual la tan buscada posteridad ya está asegurada por los siglos de los siglos (amén).

Pues bien, de pequeño, yo también pensaba que estaba en este mundo porque tenía que hacer algo grande. Por suerte no tuve ni una revelación ni una experiencia religiosa, simplemente pensaba que tenía que hacer algo como descubrir la penicilina o ser el primer hombre en llegar a la Luna. A eso aspiraba. Al llegar a la adolescencia me di cuenta de que tenía que bajar un poco el listón porque mis aspiraciones eran, quizás, demasiado elevadas, así que, nada, algo grande, pero sin pasarse. Como el tiempo pone las cosas en su sitio, estas aspiraciones también eran demasiado altas, con lo que decidí finalmente "tocar de peus a terra" y simplemente aspirar a hacer algo que estuviese bien, aunque sin necesidad de tener que marcar a toda una generación.

Y bueno, aquí estoy escribiendo este blog desde hace unos años. Esta va a ser mi manera de pasar a la posteridad. Ni constructor de pirámides, ni gran estadista, ni descubridor de la penicilina... Va a ser con un simple blog. Más que nada porque no pienso borrarlo y cuando la palme o me harte de él, este blog quedará en la red por los siglos de los siglos (amén).