Recuerdo que una vez,
durante un curso que hicimos en el trabajo alguien se quejó de cómo
se hacían las cosas en España y ponía a los países nórdicos como
ejemplo donde las cosas se hacen bien. Levanté la mano y expliqué
muy brevemente mi experiencia con ellos, que no era, como se puede
suponer, para echar cohetes. También tuve una discusión con mi
hermana sobre cómo se abordaban en Alemania y en España sus
correspondientes pasados nazi y franquista. Supongo que en los dos
casos no conseguí convencer a nadie, pero bueno, al menos, estaba
convencido de lo que decía y lo intenté. Siempre he pensado que
muchos de esos países que son puestos como ejemplo de algo bueno lo son
porque han tenido una gran publicidad y, como sucede en el cine, el
“boca-oreja” ha hecho el resto. Antes de que alguien abra el
pico, debo decir que, grosso modo, eso pensaba (y pienso), aunque,
evidentemente, hay muchos, muchísimos, matices.
Como no hay mal que
por bien no venga, esta crisis me está sirviendo para abrir los ojos
y dar la razón a toda esa gente que dice que en el norte de Europa
las cosas se hacen mejor que en España. Bueno, y si no mejor, por lo
menos, en España sí se hacen peor. Eso me parece porque visto lo
visto en los últimos meses me he quedado sin argumentos que, si ya
antes, no eran nada convincentes, ahora podrían parecer una broma
cuando se los soltase a alguien.
Nos han dicho durante
años que teníamos que estudiar para labrarnos un futuro y ahora que
el más tonto es ingeniero nuclear resulta que no, que no sirve de
nada ser ingeniero en España. Durante años nos dijeron que España
iba bien y ahora resulta que todo era humo, era un gigante con pies
de barro. Ahora, por el bien de este país el Gobierno toma
decisiones que van en contra de su programa electoral; peor, van en
contra de su población. Pero, ¿no se supone que el gobierno de un
país debe velar por los intereses de sus ciudadanos? Han permitido
crear tal monstruo que ahora se les ha escapado de las manos y como
escuché el otro día en la televisión, los políticos pueden
surfear la ola (de momento), pero no pueden controlarla.
Definitivamente, se les ha escapado. Cuando hayan pasado unos años,
lo que hoy conocemos como democracia será otra cosa y el Estado del
Bienestar estará muerto. De hecho, el Estado del Bienestar lleva
tambaleándose décadas y esta crisis va a ser la estocada final;
respecto a la democracia… La cirugía que se le está aplicando es
tal que por momentos me viene a la cabeza Belén Esteban… En este país, la
palabra “democracia” ha perdido casi todo su sentido, si es que
alguna vez lo tuvo: corrupción a mansalva, clientelismo cuyos
tentáculos llegan muy hondo, medios de comunicación al servicio del
poder, uso de la policía a conveniencia del gobierno (catalán o
español), (¿auto?)censura…
Pues eso engañado y
estafado.
No comments:
Post a Comment