Me han llamado radical (hola, Óscar...), borde (una lista larga de gente), hipócrita (Eli, lo único que te salvaba era que estabas muy buena), antisocial (esto me lo dicen cada día en casa), pero en general, no me ha afectado mucho, la verdad.
Existe una norma, llamada Ley de Godwin, que dice que si en una discusión, y con el fin de reforzar los argumentos, alguien hace una analogía con el nazismo, esa persona pierde la discusión. Yo creo que las discusiones son un gran ejercicio para el intelecto, pero más allá de eso, es difícil convencer a alguien o que le convenzan, así que, supongo que cuando uno se queda sin armas tira de Hitler y a ver qué sale. Es algo así como cuando un entrenador le dice al central "¡sube a rematar los córners!".
Decía que me han llamado muchas cosas, pero ayer me llamaron ¡demagogo! Ostras, que me llamen cómo quieran, pero demagogo, ¡no! Algunos dirán que de qué hablábamos; pues de China, Estados Unidos... Como les dije a mis compañeros tertulianos: geopolítica. De la barata, pero geopolítica. El caso es que cuando ya llevábamos un buen rato hablando, alguien dijo que lo que yo decía era demagogia. No sé si lo hizo para cortar la conversación porque era tarde o se había quedado sin argumentos, pero dijo eso y nos fuimos a dormir. En ese momento me acordé de la Ley de Godwin y pensé que el usar como último recurso eso de la demagogia también debería ser considerado en contra como un KO, un "ippon" o una goleada.
Thursday, January 30, 2014
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