SIN MÁS MARMOTAS & FRIENDS

Hay bandas que pasan rápidamente por el mundo de la música, pero dejan un legado que va más allá de lo musical y se convierten en un referente para las siguientes generaciones. Una de esas bandas es la que nos ocupa ahora: Sin más marmotas.
¿No la conocéis? Bien. Es una banda que se formó hace unos años, alrededor de 10, entre unos amigos y que debido a problemas internos (egos mal enfocados, muchos cambios de formación, etc.) se separó, pero que ya dejaba para la historia clásicos del noise asincrónico. Ese núcleo fundador del grupo no perdió el contacto y años después decidió reunir de nuevo a la banda pero con dos miembros más que se hicieron fijos, dando así inicio a lo que realmente fueron sus años de gloria. En esta segunda reunión, la banda dejaba atrás el noise asincrónico para adoptar un sonido más setentero.
Como ya he dicho, su paso fue muy rápido por la industria de la música, pero tuvieron tiempo de deleitarnos con míticos conciertos, entre ellos el mítico concierto de Salamandra de junio de 2004 que sería grabado y finalmente publicado, convirtiéndose en el único álbum de su discografía. Aún así, en su momento, tuvo bastante tirada y ahora mismo se ha convertido en una pieza de coleccionista. Para todos aquellos que quieran conocer su música, las canciones las podéis descargar de esta página web: http://www.davidkatas.com/frameset.htm.
Pues bien, de nuevo el destino se puso en su contra y ahora mismo, aunque nunca se haya hecho oficial a los medios de comunicación y a sus fans, se puede decir que la banda está disuelta.
Todo esto lo explico porque hace 10 días se reunieron para hacer un concierto y a ellos se unieron diversos amigos para cantar canciones propias y hacer versiones de otros artistas. Fue una auténtica fiesta, en la que quedó claro que, como dice el refrán, el que tuvo retuvo.
Inicialmente, y quizás debido a la extrañeza de tocas con más gente, la cosa parecía fría, pero a los diez minutos tocaron una incendiaria versión de “Relax Rose” que dejó las cosas en su sitio. A partir de aquí, las dos horas de concierto pasaron en un momento, repasando gran parte de su discografía (podéis también encontrar conciertos pirata en Emule).
La banda al completo, se mostró muy en forma y bien arropada por los invitados que subían y bajaban del escenario continuamente.
Uno de los momentos álgidos del concierto fue hacia el final cuando enlazaron una serie de clásicos de The Jimi Hendrix Experience y The Doors. En concreto, fueron “Voodoo child (slight return)” y “Fire” y “Foxy lady” de los primeros y los temas más conocidos de los de Jim Morrison: “Light my fire”, “Break on through”, “LA Woman”… Fue allí donde se unió Kasti a los bongos y a las voces dando, si cabe, un toque más psicodélico a las canciones. Y claro está, también se notó la sobria guitarra rítmica de Xavi Conex. Al acabar con el repertorio de The Doors, enlazaron con su tema más psicodélico: “El dedo del pie” (o “The toe”, como le llaman algunos). Se podría decir que fue uno de los temas estrella de la noche y que dejo al público más impresionado con ese incio tan tranquilo que no hace esperar esa descarga de energía que es el estribillo. La cara de los fans lo decía todo: estaban totalmente entregados.
El concierto acabó con una versión de Agua bendita que la banda ya hacía en sus inicios y con el clásico de los clásicos: “Vas de guays”. En esta canción, la comunión entre grupo y público era total y todos, amigos y banda, hicieron una versión, digamos reggae, que enloqueció a todos. Era el fin de fiesta soñado.
Como todos los clásicos, siempre hay anécdotas que contar y en este caso, la anécdota del concierto fue que si bien, el concierto había sido grabado, la fiesta posterior hizo que las cintas quedasen inservibles, con lo cual, sólo los que estuvimos ahí sabemos qué pasó y qué gran noche nos brindaron las marmotas.
Sólo me queda despedirme con su grito de guerra: UP THE MARMOS!